En el sistema capitalista mundial el verdadero poder reside en las corporaciones econ贸micas. Muy por detr谩s de las vigorosas multinacionales, asoma el poder pol铆tico como un ac贸lito t铆mido en vulgar teatralizaci贸n incierta.
Los grandes fondos econ贸micos con sus fortunas incalculables ponen y sacan gobiernos como si fueran pa帽uelos descartables luego de su utilizaci贸n. Los pol铆ticos suelen ser doblegados por las campa帽as comunicacionales implementadas desde los masivos medios de comunicaci贸n. As铆 se forja una imagen de “hombre honesto o de salvaje dictador” m谩s all谩 de la realidad. ¿Cu谩ntas personas p煤blicas pueden resistir una deliberada “campa帽a period铆stica”?
Tanto “chicanean” a Alberto Fern谩ndez con que s贸lo se ocupa de enfrentar los desmanes de la pandemia, como si salvar vidas fuera un gesto menor. Le solicitaban a gritos “medidas econ贸micas. La intervenci贸n de Vicentin apareci贸 como una respuesta contundente al medi谩tico pedido.
El gobierno de Alberto desea dejar un legado. Pretende mayor igualdad social y colocar a la poblaci贸n de la rep煤blica en el sendero del progreso concreto.
Creemos que “Todo en su medida y armoniosamente”. Una naci贸n no puede tener un gobierno que oficie como cortesano del poder y tampoco deseamos un estado omnipotente que aplaste y oprima las loables iniciativas privadas tan necesarias para una democracia eficiente. Coloquemos a Vicentin en el contexto pol铆tico-econ贸mico adecuado. El estado pretende expropiar a una de las cerealeras m谩s poderosas del pa铆s, con ramificaciones comerciales en m煤ltiples rubros. Desde la producci贸n de aceites y hasta inversiones filmogr谩ficas. No se interviene el “Taller de Don Nicola”, ni las empresas de familias laburantes. Vicentin, junto a otras poderosas empresas, pod铆a modificar el precio del d贸lar y generar inflaci贸n y desabastecimiento con s贸lo propon茅rselo. Pero esto no es todo, Vicentin jug贸 fuerte en la compra de d贸lar futuro. Es decir, establec铆a acciones financieras de gran envergadura. Muchas de estas bicicletas financieras las realizaba con d贸lares que el mism铆simo Banco Naci贸n le prestaba en temeraria actitud. Las causas penales al respecto hablan por s铆 mismas.
Vicentin debe dinero a productores peque帽os y medianos. Puso en peligro a miles de trabajadores constituy茅ndose en ejemplo de ese grotesco apotegma de: “Empresas pobres con empresarios ricos”…
Vicentin fue un poderoso aportante econ贸mico de las campa帽as pol铆ticas de Cambiemos. Quiz谩s estos “favores” la hac铆an beneficiaria de millonarios prestamos que la empresa no pod铆a o no quer铆a devolver.
Javier Gonz谩lez Fraga, ex presidente del Banco Central de La Naci贸n, es se帽alado como responsable de los irresponsables cr茅ditos otorgados a la cuestionada empresa. Mientras el gobierno de Mauricio Macri establec铆a profundas simpat铆as con Vicentin, hasta quiz谩s sospechadas “sociedades”, el gobierno de Alberto establece un compromiso con los trabajadores y el cuidado irrestricto de los intereses del pa铆s.
Claro est谩 que la posible expropiaci贸n de la empresa es una decisi贸n soberana del Congreso de la Naci贸n Argentina. En este 谩mbito de debatir谩 y eventualmente se decidir谩 el destino de Vicentin. Democr谩tica acci贸n republicana. Por cierto, tal cual lo dicta la ley.
Detr谩s de las medidas que conciernen a la empresa se encuentra una manifiesta puja por el poder en el pa铆s. Ser谩 el caso Vicentin una bisagra que abrir谩 otras puertas gigantescas hacia la soberan铆a Nacional.
Somos conscientes que de expropiarse Vicentin comienza un desaf铆o enorme para el presidente de la Naci贸n, quien se encontrar谩 obligado a garantizar buenos dividendos para la empresa. Alberto comenz贸 a “jugar muy fuerte”, tomando medidas que dejar谩n huella en el destino del pa铆s.
Daba la impresi贸n que Vicentin, como otras empresas bajo el paraguas de Mauricio Macri, pod铆a hacer y deshacer a su antojo. Eran los due帽os del poder en la Naci贸n. Sin dudas las cosas cambiaron. Ahora hay un gobierno en la rep煤blica.
Debemos proteger y auxiliar rotundamente a las empresas peque帽as y medianas de nuestra patria. No podemos perder m谩s tiempo. Del origen de un empresariado nacional florecer谩 un futuro m谩s sano para empleados y comerciantes.
Hoy las injusticias pasadas se llaman Vicentin.
Que los combates establecidos sean para el bien tangible de nuestra gente.
M谩ximo Luppino
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