Dos de nosotros

Dos de nosotros

LECCIONES, VACUNAS, INFORMACIÓN

El resultado electoral de las próximas elecciones de medio término estará condicionado por hechos muy concretos y la lógica e intuitiva percepción popular de lo que estamos viviendo.

AEROLÍNEAS ARGENTINAS, ESPERANZA EN LOS CIELOS

Uno tras otro traen vacunas desde los más distantes puntos del planeta que combaten el siniestro flagelo del COVID.

PUTIN DESTACÓ A LA ARGENTINA.

Argentina ya está determinada a la fabricación para la región de la tan célebre vacuna.

LOS MUERTOS NO SON MARGARITAS

Tiempo de pandemia. Son momentos de muerte y dolor mayúsculo. Los seres humanos nos habituamos a casi todo y ya los partes diarios mundiales de miles de contagios y fallecimientos parecen brutalmente anecdóticos.

lunes, 25 de marzo de 2024

¿ALIVIO O DESIGUALDAD ENCUBIERTA?


Lorenzo Hernandez

En el laberinto de la política argentina, donde cada paso parece llevar a un nuevo dilema, el gobierno ha decidido desplegar su última maravilla: los vouchers educativos. Una medida que, a primera vista, parece ser un salvavidas para las familias que luchan por mantener a sus hijos en escuelas privadas. Sin embargo, uno no puede evitar preguntarse: ¿Es este el mejor uso de los recursos del Estado?

La ironía de la situación no se pierde en aquellos que recuerdan la famosa frase del presidente: “no hay plata”. Es curioso ver que la plata aparece y desaparece al antojo de la magia del gobierno . Mientras tanto, los jubilados se enfrentan a la odisea de acceder a medicamentos esenciales y parecen quedarse esperando en la cola de la farmacia, con recetas en mano y carteras vacías. La salud pública navega en aguas turbulentas de recursos insuficientes, y la escuela estatal extiende su mano esperando la ayuda que les permita no solo mantenerse a flote, sino también avanzar hacia un futuro más justo y equitativo para todos.

Mientras los vouchers pueden ofrecer un alivio temporal a algunos, es esencial cuestionar si representan la solución más justa y efectiva a largo plazo. La verdadera fortaleza de un gobierno no se encuentra en la habilidad de ofrecer parches temporales, sino en su compromiso con el bienestar integral y sostenible de su pueblo.

La situación social del país demanda una distribución equitativa de los recursos, donde no solo se beneficie a un sector, sino que se atiendan las necesidades de todos, especialmente de aquellos en situaciones más vulnerables. La ironía se manifiesta cuando, en medio de la austeridad fiscal y los recortes presupuestarios, se observa un gobierno que se permite aumentar los sueldos de sus funcionarios ¿Es este el reflejo de una administración que prioriza sus necesidades por encima de las del pueblo? Este acto, que ha sido posteriormente anulado tras la polémica generada, refleja una desconexión con la realidad que viven muchos argentinos día a día.

¿Acaso los jubilados no merecen también una mano que alivie el costo de sus medicamentos? ¿No es la salud pública un pilar fundamental que sostiene la sociedad en sus momentos más críticos? ¿Y qué hay de la educación pública?

En este escenario, donde la distribución de recursos se convierte en un acto de prestidigitación política, el gobierno actual parece jugar a dos puntas: por un lado, ofrece alivio a través de los vouchers educativos, y por otro, se enfrenta a la controversia de un intento de aumentos salariales entre sus filas. Este juego de contrastes no hace más que profundizar la brecha entre las necesidades del pueblo y las decisiones de sus representantes.

La administración debe recordar que su legitimidad yace en la confianza del pueblo, una confianza que se desvanece cuando las acciones gubernamentales no reflejan las prioridades de la sociedad. En lugar de focalizarse en medidas que parecen favorecer a unos pocos, es imperativo que se atiendan las urgencias de los más vulnerables.

La política no debe ser un laberinto de ilusiones efímeras, sino un camino claro hacia el progreso colectivo. Un gobierno que se precie de ser para el pueblo debe actuar con la equidad y la justicia como estandartes, asegurando que cada decisión tomada sea un paso adelante para todos, y no solo para una minoría. Solo así, el gobierno podrá mirar a sus ciudadanos a los ojos y afirmar que está construyendo un futuro digno para nuestra querida Argentina.

Lorenzo Hernandez

viernes, 8 de marzo de 2024

UN DESAFÍO PARA LA DEMOCRACIA

 

Lorenzo Hernandez


En los últimos días, el presidente Javier Milei ha decidido cerrar la agencia pública de noticias Télam, una institución con casi 80 años de historia. La medida ha generado un fuerte repudio en diversos sectores y ha dejado a los periodistas de Télam en un estado de incertidumbre y preocupación.

La libertad de expresión, uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática, está siendo cuestionada por esta acción ¿Cómo es posible que un gobierno que se presenta como defensor de la libertad tome una medida tan drástica contra un medio de comunicación? La ironía no pasa desapercibida.

Los periodistas de Télam se encontraron con la noticia de la suspensión de su medio por siete días a través de un correo electrónico. La redacción, rodeada por vallas, quedó en silencio, y la sensación de que algo inédito estaba ocurriendo se apoderó de todos ¿Dónde queda la libertad de prensa en este escenario?



El presidente Milei ha justificado su decisión argumentando que Télam era un derroche de recursos y una fuente de “propaganda kirchnerista". Sin embargo, la forma en que se llevó a cabo el cierre, en horas de la noche y sin previo aviso, deja un sabor amargo en quienes creen en la pluralidad de voces y en la necesidad de un periodismo independiente.

 La libertad de prensa es un elemento clave en cualquier sistema democrático. Los medios de comunicación, sean privados o estatales, desempeñan un papel crucial al informar a la ciudadanía, cuestionar al poder y mantener un contrapeso necesario. Al cerrar Télam, se envía un mensaje contradictorio: ¿cómo puede un gobierno que aboga por la libertad limitar el acceso a la información?

El cierre de Télam también plantea preocupaciones sobre la censura. Si bien el gobierno argumenta razones económicas, no podemos ignorar que esta agencia ha sido un espacio para la diversidad de voces y opiniones. Periodistas, reporteros y escritores han utilizado Télam para expresar sus ideas, investigar y denunciar irregularidades ¿Qué sucederá con esos espacios ahora? ¿Dónde encontrarán eco las voces disidentes? La censura no solo se manifiesta en la prohibición directa de expresarse, sino también en la eliminación de plataformas que permiten el debate y la pluralidad de perspectivas.

El cierre de Télam no solo afecta a los trabajadores de la agencia, sino a toda la sociedad. Es un recordatorio de que la libertad de prensa es frágil y debe ser protegida. La paradoja de un gobierno que proclama la libertad mientras limita el acceso a la información es un desafío para nuestra democracia.

En tiempos en los que la polarización política y la intolerancia crecen, debemos recordar que la verdadera libertad no se logra silenciando voces, sino garantizando que todas tengan espacio para expresarse. El cierre de Télam nos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre la libertad y la responsabilidad en una sociedad democrática. En el corazón de una sociedad que avanza, la verdadera democracia no solo se nutre de la diversidad y el cuestionamiento, sino que florece con la participación activa de cada individuo. Es en el ejercicio de nuestros derechos y deberes donde el poder del pueblo se manifiesta y se fortalece, construyendo un futuro donde cada voz cuenta.

Lorenzo Hernandez

 

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