El resultado electoral de las pr贸ximas elecciones de medio t茅rmino estar谩 condicionado por hechos muy concretos y la l贸gica e intuitiva percepci贸n popular de lo que estamos viviendo.
Tiempo de pandemia. Son momentos de muerte y dolor may煤sculo. Los seres humanos nos habituamos a casi todo y ya los partes diarios mundiales de miles de contagios y fallecimientos parecen brutalmente anecd贸ticos.
La Naci贸n Argentina lleva 119 a帽os de presencia constante y efectiva en el continente blanco en sus 13 bases militares, con actividad cient铆fica y acompa帽amiento de civiles exhibiendo nuestra Rep煤blica que somos un pa铆s bicontinental.
Todos sabemos que la acci贸n pol铆tica es profundamente gestual y resalta los valores que considera fundamentales en una ruta de gobierno.
El mi茅rcoles 22 de febrero del presente a帽o, el se帽or presidente Alberto Fern谩ndez visit贸 la Base Marambio, puerta de ingreso a la Ant谩rtida Argentina.
El presidente de la Naci贸n en su trayecto a Ushuaia fue escoltado por dos aviones Pampa III artillados. Los flamantes “Guerreros del Hielo” oficiaron como guardia de honor y seguridad a la comitiva oficial que llegar铆a a la Ant谩rtida.
Los presidentes argentinos que ya hab铆an viajado a la Ant谩rtida fueron: Arturo Frondizi, Mar铆a Estela Mart铆nez de Per贸n y Carlos Menem. Siendo Alberto Fern谩ndez el cuarto presidente en llegar hasta estos g茅lidos confines de la patria. Creemos que a partir de este viaje de Alberto todos los futuros presidentes viajar谩n al continente Blanco para reafirmar nuestros derechos soberanos en el Atl谩ntico Sur.
Salta a simple vista que de los cuatro presidentes que visitaron Ant谩rtida tres fueron peronistas. Lo cual nos habla a las claras de la importancia suprema que se le otorga a la soberan铆a nacional en el movimiento del General Per贸n.
Ya en la Ant谩rtida el presidente de la Naci贸n se dirigi贸 al pa铆s en cadena nacional. Aqu铆 algunos p谩rrafos sobresalientes: “El a帽o pasado, conmemoramos los 40 a帽os de la Guerra de Malvinas y fue muy conmovedor escuchar a millones de argentinos y argentinas recordar a nuestros combatientes durante los festejos del mundial de f煤tbol. Es hora de volver a poner la vista en el sur. Malvinas es una causa actual y es m谩s que la memoria de la guerra. Malvinas es una causa nacional porque el Atl谩ntico Sur, y sin duda nuestro territorio Ant谩rtico, son un ancla vital de nuestra soberan铆a territorial y pol铆tica”
La presencia de Alberto en la Base Marambio fue un hecho singular. Oblig贸 a la pol铆tica argentina a mirar al Sur. Hay que decir: “Argentina se extiende de la Quiaca a la Ant谩rtida”. De esta manera educamos mientras nos concientizamos de la verdadera extensi贸n de nuestro territorio. A saber, somos el octavo pa铆s m谩s extenso del mundo. El presidente en Marambio le record贸 al mundo que los argentinos miramos a Malvinas con profundo fervor patri贸tico. Lejos de ser una moda superflua, Malvinas es una causa nacional a la cual jam谩s renunciaremos.
Otro de los pasajes que nos llen贸 de emoci贸n fue cuando record贸 que en 1951 el General Per贸n y Eva despidieron a los patriotas que crear铆an el instituto Ant谩rtico Argentino. La presencia de Argentina en la Ant谩rtida comienza en 1902 y jam谩s, jam谩s, se vio interrumpida. La primera expedici贸n cient铆fica a la Ant谩rtida Continental Argentina, destinada a crear una base permanente, parti贸 el 12 de febrero de 1951 del Puerto de Buenos Aires. Ese d铆a, el entonces presidente Juan Domingo Per贸n, junto a su esposa Mar铆a Eva Duarte, despidieron a los expedicionarios. Iban a crear el instituto Ant谩rtico. Fue la primera instituci贸n cient铆fica a nivel mundial dedicada exclusivamente a la investigaci贸n Ant谩rtica. Per贸n sab铆a que la ciencia es sin贸nimo de soberan铆a. No hay desarrollo posible sin producci贸n cient铆fica-tecnol贸gica.
Alberto Fern谩ndez acaba de dar un gran salto hacia la soberan铆a argentina en nuestro Sur profundo. All铆 donde la soledad es compa帽铆a continua y el silencio es un compa帽ero inseparable. All铆 donde la celeste y blanca ondea libre y orgullosa sostenida en lo alto por el esfuerzo de cientos de soldados, civiles y cient铆ficos, todos inspirados en nuestros h茅roes de Malvinas.
En Voces y contexto entrevista a Fabi谩n Dom铆nguez: Periodista, historiador, escritor y docente. Recientemente integr贸 la 7° Campa帽a a Lago Escondido. Como siempre, por la web de Caput: www.radiocaput.com
Nos es grato informarles que conformamos oficialmente el "Foro de Prensa de la Provincia de Buenos Aires" (FOPREBA). Lo integramos medios de comunicaci贸n que nos agrupamos con el fin de estar unidos colaborando los unos con los otros generando aportes para el crecimiento del servicio que brindamos pudiendo generar mejores estrategiaso comunicacionales.
Lo vinimos gestionando en los 煤ltimos meses con reuniones hasta definirlo en el encuentro de hoy en el estudio de Luis Greco en San Miguel estando presentes los siguientes medios: Noticias Rec de Eduardo Gimenez, Punto de Encuentro Noticias de Jorge Dughetti, Darinfo de Daro Navarro, Internet Noticias de Gabriel Pigliacampi, Tiempo Provincial de Angel Chazarreta, FM del Paseo de Santiago Echevarr铆a, Grupo Plus de Gustavo Estigarribia, Clickear.info de Jorge Alvarez, Daniel Buecio, GPT de Luis Greco y Revista Trato Hecho de Marina
Lacolla. Se est谩n sumando otros medios que ya nos comunicaron su intenci贸n de ser parte. Los estaremos incorporando a partir de los pr贸ximos encuentros.
En este universo fenom茅nico de claros y oscuros, todo es muy fugaz. Desde la alegr铆a pronunciada hasta el dolor m谩s profundo, lo 煤nico permanente es la transitoriedad. Esto bien se aprecia en el “mundo de las noticias”. No llegamos a procesar una cr贸nica que sobre el pucho nos llega otro informe, nos comunican de otros acontecimientos ocurridos en otras latitudes. En esta superabundancia de informaci贸n, corremos el riesgo de olvidar el valor de lo que significa la p茅rdida de la vida de un semejante. No tenemos tiempo para desarrollar empat铆a alguna. El aturdimiento de noticias nos deja sordos y con el coraz贸n demasiado ausente ante tanto dolor.
La metralla informativa no se detiene y en ese hemisferio quedamos todos heridos por la falta de profundidad y perspectiva que s贸lo nos la puede brindar la reflexi贸n adecuada sobre lo que nos informan.
Olvidamos tan r谩pido la p茅rdida de una vida humana que no dimensionamos el dolor que esto significa. Todo suena muy igual. El aturdimiento por la vor谩gine de datos nos deja un sabor amargo hacia nosotros mismos.
Debemos honrar la vida de los servidores p煤blicos con el esfuerzo sostenido de siempre recordarlos.
Maribel Zalazar encontr贸 la muerte en la estaci贸n de subterr谩neos de la l铆nea C intentando calmar una discusi贸n entre un trabajador de subte y el que ser铆a segundos despu茅s su asesino. Oscar Gustavo Valdez le quit贸 el arma reglamentaria a Zalazar mientras ella trataba de ayudarlo, efectuando 4 disparos con la pistola reglamentaria en cuesti贸n. Dos de esos disparos fueron a impactar en el cuello y t贸rax de la servidora p煤blica. Quien fallecer铆a, minutos m谩s tarde, en el quir贸fano del hospital Churruca.
Pero no estamos recordando a Maribel la polic铆a solamente. Evocamos a la mam谩 de dos hijos; una joven adolescente y un ni帽o de 5 a帽os de edad. Entonces, el dolor trepa en intensidad y el sufrimiento se hace carne en nosotros.
Le ense帽aron el lema: “Proteger y servir”. Maribel Zalazar cumpli贸 con esa sagrada sentencia. Un desquiciado la mat贸 sin miramientos, sin tapujos, sin respeto a la vida.
Nos quedan muchas preguntas ¿Por qu茅 actu贸 sola? ¿No contaba con un compa帽ero de acci贸n que la ayudara a cumplir su funci贸n, tal cual lo indica el protocolo vigente? En la ciudad m谩s rica del pa铆s parece que falt贸 el recurso solidario de sus superiores. En una urbe muy poblada, en una zona demasiado 谩lgida por un vertiginoso tr谩nsito de personas, Maribel se encontr贸 sola ante un hecho violento.
Zalazar se march贸. Familia, hijos, amigos, compa帽eros de trabajo, s贸lo leyeron un Twitter de condolencias del jefe de la Ciudad. Maribel entreg贸 su vida a los 35 a帽os de edad en manos de un desequilibrado homicida, en “la ciudad m谩s segura” seg煤n Larreta.
Nuestro homenaje consta de no olvidarla, de recordar su sacrificio, de evocar su esfuerzo para cumplir con su misi贸n.
Dios bendiga a Maribel Zalazar, una mujer polic铆a que falleci贸 en la l铆nea del deber, cumpliendo su obligaci贸n de cuidar al pr贸jimo y establecer orden en el espacio p煤blico.
Los individuos elegimos nuestro destino con nuestros pensamientos. Seremos ma帽ana seg煤n pensemos hoy. Eduquemos nuestros corazones para saber sentir empat铆a y agradecimiento por los que brindan su existencia en servicio de una comunidad.
¡No olvidemos tan f谩cilmente a aquellos hombres y mujeres que brindan generosamente su vida para que podamos vivir en sociedad!
por Fabi谩n Dom铆nguez(para Resumen Latinoamericano), 11 de febrero de 2023.
Nota de Redacci贸n: El autor form贸 parte de una de las columnas que marcharon a Lago Escondido con la idea de seguir visibilizando que el multimillonario Joe Lewis es el amo y se帽or de ese enclave. Tarea que cumple con la gran «ayudita» de la gobernadora de R铆o Negro, el gobierno nacional, y por supuesto, polic铆as varios a los que se suma la «guardia blanca» de matones al servicio del patr贸n. Todos ellos, son parte de una Argentina privatizada por donde se la mire. Lewis es solo uno de sus ejemplos m谩s medi谩ticos, pero tambi茅n est谩n Benetton con sus 900 mil hect谩reas o las tierras que compra habitualmente el Emir de Qatar.
Fabi谩n Dom铆nguez, reconocido escritor del campo popular cuenta en esta cr贸nica coloquial, hasta donde la soberan铆a de este pa铆s est谩 siendo ultrajada, pero tambi茅n descubre como cientos de j贸venes venidos de todo el pa铆s para intentar defenderla.
La S茅ptima Marcha por la Soberan铆a del lago patag贸nico demostr贸 que all铆 se mont贸 un estado paralelo que maneja un millonario ingl茅s que controla los poderes del estado municipal de El Bols贸n y provincial de R铆o Negro, y a su vez tiene en jaque al estado nacional.
Noche fr铆a sobre la ruta 40, en la Patagonia argentina. Varios micros, numerosos autos y camionetas estacionadas a la vera del camino, en alg煤n lugar entre El Foyel y El Bols贸n, provincia de R铆o Negro, esperan. Termina el 3 de febrero con una luna casi llena y cerca de quinientas personas miran en la oscuridad, buscan divisar los veh铆culos que traen 60 monta帽istas, retenidos por la “peonada” del millonario ingl茅s Joe Lewis. La presencia del s煤bdito brit谩nico es una piedra en el zapato para la soberan铆a argentina, porque hace m谩s de 25 a帽os, cuando ten铆a 60 a帽os, compr贸 de manera irregular tierras en torno al lago, se qued贸 de manera ilegal con el espejo de agua y desde entonces impide que la gente se acerque al lugar. La adquisici贸n no era para vivienda permanente, pues vive en Bahamas para pagar impuestos bajos, pero su tenacidad para impedir el acceso al lago deja entrever que esconde intenciones oscuras. A ello se suma que Lewis se adjudica tierras en zona de frontera con Chile, situaci贸n prohibida por ley para cualquier extranjero. Por la Constituci贸n Argentina todas las orillas de lagos, r铆os y mares son de uso p煤blico, y nadie tiene derecho a adjudic谩rsela. A su vez hay una serie de fallos judiciales desfavorables al ingl茅s, que 茅l mismo se encarga de desobedecer de manera sistem谩tica, con protecci贸n del poder pol铆tico.
Los monta帽istas partieron una semana atr谩s desde El Bols贸n, m谩s precisamente desde la Esquina Warton, para recorrer 40 kil贸metros de senderos de monta帽a y llegar al Escondido, una ruta que Lewis dice que cualquier familia puede transitar para llegar y pasear a la vera del lago. El grupo de escaladores pretenden demostrar que es un camino de muy dif铆cil acceso, que no se lo puede hacer en un par de horas, y que adem谩s hay personal que impiden la libre circulaci贸n. El contingente lleg贸 a la cabecera oeste del lago un martes, con sus mochillas, carpas y v铆veres, hicieron noche y al d铆a siguiente navegaron varios kil贸metros en kayak para llegar a la cabecera este, donde est谩 la mansi贸n del magnate. Pero una lancha los intercept贸 y los oblig贸 volver a orilla, y de ah铆 regresar sobre sus pasos. Los caminantes acamparon esa tarde, y por la noche retomaron la navegaci贸n, cruzaron 10 kil贸metros remando y llegaron a un pe帽asco, frente a la mansi贸n de Lewis, a la vera del camino de Tacuif铆, el paso vecinal que el ingl茅s bloquea desde hace varios a帽os.
En una calle de ripio, que llega en diagonal a la ruta nacional, hay media docena de polic铆as de R铆o Negro, pero ya entrada la madrugada el n煤mero se triplica sin que nadie entienda de donde salieron ni que objetivos tienen. A lo lejos, el camino de tierra que usa Lewis para acceder por tierra de manera directa a su mansi贸n, deja ver el movimiento de luces. Son las combis que rescataron a los monta帽istas y detr谩s de ellos los veh铆culos que custodian a los micros para que no se desv铆en ni se les ocurra bajar. Por fin, en la curva de la ruta 40, el asfalto se ilumina con una, luego otra y, por fin, la tercera combi. Pasadas las 3.15 de la madrugada del s谩bado 4 de febrero, los 60 senderistas llegaron sanos y salvos, y recibidos por una manifestaci贸n federal, militantes de diversas organizaciones que se movilizaron desde todo el pa铆s para participar de la marcha a Lago Escondido. Aplausos, gritos, c谩nticos, abrazos, l谩grimas y banderas agitaron la madrugada rutera.
Se cerraba as铆 la S茅ptima Marcha que, bajo el eslogan Las islas Malvinas son argentinas y Lago Escondido tambi茅n, permiti贸 visibilizar la problem谩tica de la soberan铆a sobre el lago a nivel nacional; demostr贸 que Lewis no quiere a nadie en el lago y pone los obst谩culos necesarios para impedirlo, incluido la violencia verbal, psicol贸gica y f铆sica, demostrando que usurp贸 territorio nacional; y adem谩s confirm贸 que la organizaci贸n y el temple de un grupo de ciudadanos de a pie, de manera pac铆fica, puede enfrentar la violencia de matones y lograr objetivos que parecen imposibles de alcanzar. El administrador de Lewis en Lago escondido es Nicol谩s van Ditmar, un argentino que preside la empresa Hidden Lake, y se lo vio el a帽o pasado comandando a los grupos que asediaban a los monta帽istas; esta vez surgi贸 con fuerza un antiguo vecino de la comarca, petiso, retac贸n y prepotente, que sostiene que desde hace 150 a帽os su familia est谩 en la zona, y act煤a como un f茅rreo defensor del ingl茅s: Pablo Puchy.
Frente al port贸n de hierro
Alto, rubio, fornido, con una barba larga acumulada durante meses, y la mochila pegada a su espalda. Le dicen Vikingo, y encabeza la columna Juana Azurduy de m谩s de 60 monta帽istas, entre ellos 16 mujeres, que el s谩bado 28 de enero pasado dieron inicio a la S茅ptima Marcha a Lago Escondido. El primer d铆a del a帽o habl茅 con 茅l, que en su documento figura como Alejandro Meyer, y me cont贸 de las dificultades de caminar por la monta帽a, con 20 kilos sobre las espaldas, en lugares donde a veces ni siquiera hay sendero. Me advirti贸 que en mi mochila no ir铆an solo pertenencias personales sino elementos que el grupo necesita durante la caminata a lo largo de los d铆as, a lo que deb铆a sumarle los kayaks y los remos para cruzar los espejos de agua. Fr铆o por la noche, calor durante el d铆a, y las molestias que podr铆an acarrear los empleados de Lewis, buscando que el contingente no llegue al Escondido. Entend铆 que mi cuerpo no estaba preparado, por eso decid铆 sumarme a los que entraran por el camino de Tacuif铆. Entre los monta帽istas, que representaban 21 agrupaciones, de 11 provincias, estaba el m茅dico Jorge Rachid, el economista Jos茅 Sbatella, el cura Francisco Paco Olveira, quien llev贸 los elementos para celebrar la misa diaria en el bosque.
Llegu茅 al domingo a un camping cercano a Los Repollos, en el sur andino de R铆o Negro, junto a manifestantes que arribaron desde distintos puntos del pa铆s para iniciar, al d铆a siguiente, el intento de entrada por el camino de Tacuif铆. El nombre del camino es una especie de saludo en mapundungun, el idioma de los mapuches, y su significado ser铆a “tanto tiempo”, que la lucha por circular otra vez sobre 茅l se resignifica a la hora de poner los pies sobre su senda, que ocurri贸 hace “tanto tiempo”. La respuesta a la convocatoria fue muy federal, con representaciones de Misiones, Tierra del Fuego, Salta, Corrientes, Santa Cruz, San Juan, CABA, La Pampa, C贸rdoba, La Rioja, San Luis, Gran Buenos Aires, entre otros lugares. Las mujeres ocuparon un lugar destacado, tanto en la organizaci贸n, como a la hora de estar al frente de las columnas. A su vez fue un encuentro intergeneracional, con muchos j贸venes, adultos y antiguos militantes setentistas. Y las agrupaciones sociales, culturales y pol铆ticas de esp铆ritu sanmartiniano fueron numerosas pues a la convocatoria de Fipca (Fundaci贸n Interactiva para la Cultura del Agua) respondieron Fetia, CTA Aut贸noma, La C谩mpora de San Fernando y San Isidro, el Movimiento Los Pibes, el Movimiento La Dignidad, delegados del Suteba, Movimiento de Curas de la Opci贸n por los Pobres, el Movimiento Socialista de los Trabajadores, Causa Nacional, el Grupo por la Soberan铆a con combatientes de Malvinas, el Frente Grande, el Peronismo de la Soberan铆a, CGT Regional Zona Norte, la Coordinadora por la defensa del r铆o Paran谩, Asociaci贸n de Sobrevivientes de Campo de Mayo, entre otras), muchas de origen peronista, pero con presencia de grupos de izquierda como el MST, que moviliz贸 un micro completo y tuvo un protagonismo destacado.
La primera reuni贸n en conjunto fue el lunes 30, por la ma帽ana, donde los diversos grupos se conocieron, desplegaron sus banderas, compartieron cantos y hacia el mediod铆a participaron de la primera asamblea. Esa ma帽ana pas贸 sobre el camping una avioneta amarilla varias veces, algunos dec铆an que era del aer贸dromo de El Bols贸n, que cambiaba de autoridades, otros que colaboraba con el apagado de los incendios, y otros no descartaban que fuera una nave que respond铆a a Lewis y buscaba amedrentar a la asamblea, cosa que no logr贸.
Julio C茅sar Urien fue el primero en tomar la palabra, como responsable de la columna Tacuif铆 y por ser el organizador de todas las marchas en defensa de la Soberan铆a. Explic贸 la agenda del d铆a y anticip贸 que la agenda semanal se construir谩 hora a hora, d铆a a d铆a, y que cada integrante del contingente tendr铆a tareas espec铆ficas en cada jornada. Luego le dio la palabra a Sandra Contreras, dirigente de ATE El Bols贸n, quien cont贸 que el tema de Lago Escondido dividi贸 la comunidad, que durante el a帽o se sienten solos en la lucha por la soberan铆a, que la presencia de militantes de todo el pa铆s es un alivio y una fuerza para seguir reclamando por lo que es justo, por lo que es argentino, desenmascarando el enclave extranjero en el norte de la Patagonia. Por la tarde se realiz贸 la caravana rumbo la intersecci贸n de la ruta 40 con el camino de Tacuif铆, en la zona de El Foyel. El paraje es un homenaje al cacique Foyel quien, junto a Inacayal y Sayhueque, fueron los 煤ltimos jefes que resistieron la embestida del Ej茅rcito Argentino durante la mal llamada Conquista del Desierto. Foyel extend铆a sus dominios al sur del Lago Nahuel Huapi, se negaba a entregar sus tierras a los que consideraba extranjeros, y hay una leyenda que antes de morir enterr贸 y escondi贸 sus tesoros en el cerro Fortaleza, entre El Bols贸n y El Foyel. Hoy, 140 a帽os m谩s tarde, ese tesoro se sintetiza en el Lago Escondido, que numerosos manifestantes llegan para liberarlo y defender su soberan铆a.
Llegamos a la entrada de Tacuif铆 y se confirm贸 que la antigua tranquera fue reemplazada por un port贸n con ca帽os met谩licos de dos metros de altura. Del lado interior se desplegaba una gran bandera argentina sobre la calle, con personas vestidas como paisanos distribuidos alrededor (luego sabr铆amos que algunos de esos “paisanos” eran polic铆as disfrazados, incluso una mujer que pertenece a la fuerza). Era evidente que estaban esperando, que no hab铆a intenci贸n de dialogar, y estaban dispuesto a la violencia para defender el dogma m谩s sagrado del capitalismo: la propiedad privada. Detr谩s un grupo de jinetes buscaba asegurar que nadie circulara por el camino, mientras que de fondo, por los altoparlantes ubicados a los costados, se escuchaba a todo volumen m煤sica folkl贸rica con cantantes como Horacio Guaran铆, el Chaque帽o Palavecino o Hern谩n Figueroa Reyes. Una veintena de polic铆as, con uniforme, sin armas reglamentarias, se ubicaban al costado de las rejas, como para garantizar la seguridad, aunque el paso de los d铆as confirmar铆an que estaban para cuidar que nadie pisara el camino de Tacuif铆. En el costado derecho del port贸n, del lado de adentro, un cartel de fondo marr贸n y letras blancas dice: Camino Rural Privado – Circule con autorizaci贸n de los vecinos, quienes lo construimos y lo mantenemos – Gracias por su colaboraci贸n – Comisi贸n de Fomento de El Manso. No se diferencia a muchos de los carteles que existen en la entrada de los countries, y si se tiene en cuenta que son escasos los vecinos que est谩n a la vera del paso de Tacuif铆, el lugar se convirti贸 en un virtual barrio privado, con un lago natural en su interior.
Urien encabez贸 la movida, se dirigi贸 al port贸n, pidi贸 hablar con el encargado y apareci贸 Pablo Puchy, uno de los diez propietarios que tiene su campo en torno al camino de Tacuifi. La charla fue amable, sin violencia, Urien dijo que quer铆an pasar, que hab铆a un fallo de la justicia a favor. Puchy dijo desconocer ese fallo, que todo era falso, y que no iba a permitir que nadie pasara por un camino privado. Terminado el dialogo Urien se dirigi贸 al que encabez贸 el operativo policial, el oficial Elio Daniel Tapia, quien miraba detr谩s de sus gruesos anteojos como quien se acaba de enterar que ese camino es p煤blico. El oficial se excus贸 de obligar a abrir el port贸n, que su misi贸n solo era mantener la seguridad de los presentes y no m谩s.
A partir de ah铆 hubo distintos avances de los manifestantes sobre el port贸n, para agitar banderas, gritar e incluso golpear con piedras del camino el hierro, provocando un sonido sincopado que se entremezclaba con las chacareras que sal铆an de los parlantes. Uno de esos avances lo encabezaron un numeroso grupo de mujeres, pertenecientes a la diversas organizaciones presentes en la movida. La tarde lleg贸 a su fin con algunos manifestantes bailando zambas y chacareras bajo el flamear de la bandera argentina y con el sonido de fondo que brindaban los defensores de la propiedad privada de Lewis. Cuando los paisanos se dieron cuenta de la bailanta apagaron la m煤sica, pero los bailarines ya se hab铆an sacado las ganas de cerrar la jornada con una sonrisa a flor de labios, a pesar de no poder ingresar. El regreso al camping base termin贸 con una asamblea donde se analiz贸 lo actuado, y se anunci贸 que al d铆a siguiente se marchar铆a hacia el juzgado de Bariloche.
El derecho de circular por Tacuif铆
El verano de 2023 tiene d铆as muy calurosos en la Patagonia, con jornadas que llega a 30° C, y una amplitud t茅rmica amplia por la noche, con 15° menos. La madrugada del 31 de enero fue particularmente fr铆a para dormir en carpa, no hubo vientos ni lluvias, solo descendi贸 de manera dr谩stica la temperatura. Los campamentos que quer铆an llegar a Lago Escondido se levantaron temprano pues a las 7 de la ma帽ana salieron rumbo a la ciudad de San Carlos de Bariloche para acompa帽ar a Urien y a los abogados a presentar un recurso de amparo que les permitiera entrar por el camino de Tacuif铆. Organizaciones sociales y pol铆ticas locales se sumaron a la movilizaci贸n, por lo que la concentraci贸n en el Centro C铆vico, junto al inamovible monumento ecuestre a Julio A. Roca, fue importante por la ma帽ana, hasta que los abogados se dirigieron al juzgado, a solo trescientos metros del lugar.
Los reclamos judiciales para que se abra el paso a Lago Escondido tiene varios a帽os, diversas causas, y la mayor铆a de ellas con fallos desfavorables para el ingl茅s. Aqu铆 est谩 la clave por la que se sostiene que Lewis maneja un estado paralelo, porque no respeta los fallos judiciales, y tiene el apoyo pol铆tico para evadir la decisi贸n de los jueces. En el caso de las marchas, en cada una de ellas hubo que recurrir a los juzgados provinciales para que se abra el camino de Tacuif铆, con jueces que encontraban el hueco legal como para no comprometerse y a la vez evitar fallar a favor de Lewis. La 煤nica jueza que dict贸 un fallo que obligaba abrir el camino de Tacuif铆 y que permiti贸 que durante una marcha anterior los manifestantes entraran y recorrieran parte de los 20 kil贸metros que separa la ruta 40 del Escondido fue separada de su cargo tiempo despu茅s, con la gente de Lewis se帽alando que era una traidora. En aquella oportunidad el fallo se dict贸 pasado el mediod铆a, y hasta llegar a la tranquera se tard贸 un par de horas m谩s, pero los manifestantes pudieron ingresar y caminar m谩s de 10 kil贸metros, hasta el arroyo El Foyel, donde el puente que permit铆a cruzarlo desapareci贸. Algunos dicen que el antiguo puente se lo llev贸 una gran correntada, y otros dicen que fue el mismo Lewis el que orden贸 la voladura del paso, para impedir que fuera un camino p煤blico.
La historia judicial del caso Lago Escondido tiene varias aristas, desde la compra irregular de las tierras, pasando por la constituci贸n de una sociedad fantasma para que el ingl茅s se apropie de territorio fronterizo, llegando al caso del acceso p煤blico al espejo de agua. Sobre la 煤ltima cuesti贸n en tramiter铆o judicial es un entramado kafkiano sin sentido, pues en 2009 el Tribunal Superior de R铆o Negro ya dict贸 la orden de abrir el camino al p煤blico. Pero los abogados de Lewis supieron dilatar la medida con apelaciones, objeciones, recusaciones hasta lograr que la resoluci贸n no se llevara adelante y que cada vez que se quiere llegar al Escondido haya que elevar un recurso de amparo. La 煤ltima novedad judicial se conoci贸 cinco meses antes de la Marcha por la Soberan铆a, cuando a mediados de septiembre de 2022 la C谩mara de Apelaciones de Bariloche ratific贸 una sentencia de 2013 que garantiza los accesos a Lago Escondido y dio un plazo de tres meses para ejecutar las obras que garanticen el paso. La medida demostraba que Lewis no llega a controlar todo el Poder Judicial de R铆o Negro, pero a la vez desenmascar贸 la alianza con los pol铆ticos locales pues el que sali贸 a defender al ingl茅s fue la mism铆sima gobernadora: Arabela Carreras. La Gobernadora, que ocup贸 en alg煤n momento el ministerio provincial de Turismo, dice que la provincia tiene prioridades antes que construir un camino para llegar al Escondido, que seg煤n ella costar铆a millones que el estado local no tiene en estos momentos.
A todo ello se suma otra causa judicial, la que se origina en las grabaciones de audios de wsp donde jueces, fiscales, ministros de CABA, esp铆as y corporativos del medio de comunicaci贸n m谩s influyente del pa铆s se reunieron en la mansi贸n de Lewis en Lago Escondido. Aunque no queda en claro qu茅 hicieron estos funcionarios vinculados a la oposici贸n del gobierno nacional, se supo que el encuentro se realiz贸 d铆as antes del fallo judicial contra la vice presidenta Cristina Fern谩ndez de Kirchner, lo que deja entrever que all铆 se escribi贸 la sentencia. Las reuniones secretas ponen al descubierto que Lago Escondido no es un problema de un vecino extranjero que no quiere que le pisen el pasto, sino que se trata de la construcci贸n en ese espacio de una sede del poder real que opera a espaldas de la Rep煤blica en contra de la Naci贸n. Lewis es amigo del ex presidente Mauricio Macri, a quien recibi贸 y hosped贸 en su mansi贸n mientras aquel estaba a cargo del Ejecutivo Nacional. Por su parte el anterior gobernador de R铆o Negro y actual senador nacional Alberto Weretilnek, mantiene aceitados contactos con el ingl茅s y visita su alojamiento de Lago Escondido cuando Lewis lo invita.
El juez Mariano Castro expone, en su despacho del 5° piso de los tribunales de Bariloche, una foto de su visita a Cuba.
-Tiene una foto con el Che -, le dijo Gustavo Piric, un combatiente de Malvinas que acompa帽贸 a Urien y al abogado Ra煤l Eugenio Prytula. El veterano de la guerra contra Inglaterra no dej贸 de apelar a la defensa del suelo argentino y a la sangre derramada en esa defensa.
-No tengo una foto con el Che, es una foto de cuando estuve en La Habana -, sonri贸 el magistrado en un momento de distenci贸n, y record贸 que en ese juzgado los alegatos los hace 茅l. Los manifestantes se hab铆an ubicado en las dos entradas de los tribunales, como para impedir que el funcionario evadiera la responsabilidad de recibir y resolver el recurso de amparo que presentaron en el marco de la S茅ptima Marcha por la Soberan铆a. En el 5° piso tambi茅n hab铆a manifestantes y, en el despacho del juez, Urien le explic贸 la agresividad que se vivi贸 el d铆a anterior por parte de un grupo que imped铆a el acceso por la calle que lleva a Lago Escondido. A la hora de emitir una resoluci贸n el juez Castro se expidi贸 por garantizar la seguridad de los manifestantes que quieren entrar por el camino de Tacuif铆, notificando a la Provincia la necesidad de proveer de los elementos para garantizar ese derecho. Fue un paso importante, el magistrado no se declar贸 incompetente por ser un juez de feria, aunque al d铆a siguiente terminaba su autoridad y volv铆a al juez ordinario, que deber铆a revisar la resoluci贸n. Mientras tanto lo escrito por Castro estaba en vigencia hasta el d铆a siguiente, por lo que la jornada se vivi贸 como un triunfo. En realidad un triple triunfo: por un lado la firma del juez, por otro lado porque la columna Juana Azurduy lleg贸 a la cabecera oeste del Lago, y por 煤ltimo porque se confirm贸 que una tercera columna, al este de la provincia, llevaba adelante sus objetivos.
La columna inesperada
Muy cerca del pueblo Playas Doradas, sobre la costa del Atl谩ntico, una caravana de autos intenta llegar a un aeropuerto oculto de 2.000 metros de largo por 30 de ancho, del tama帽o del aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, lo que permite el desplazamiento de aviones de gran porte. El lugar, que no tiene torre de control, ni aduana ni autoridades estatales que controles su accionar, tiene un hangar de 40 x 40 y est谩 vinculado a Joe Lewis a trav茅s del gerente de algunas de sus empresas, entre ellas Bah铆a Dorada y Hidden Lake (Lago Escondido en ingl茅s): Nicol谩s Van Ditmar. Playas Doradas es un pueblo de no m谩s de 200 habitantes, se dedica al turismo, con una playas con arenas muy finas y brillantes que le dieron nombre a la localidad y no goza con la posibilidad de usar la pista de aviaci贸n. En los mapas de Google aparece cerca del pueblo una pista privada bajo la denominaci贸n de Aeropuerto Lewis (sic) a 42 kil贸metros de Sierra Grande, y en otros sitios como Aer贸dromo Bah铆a Dorada. La caravana de autos, que lleva banderas argentinas y de diversas organizaciones sociales, es la tercera columna de la S茅ptima Marcha por la Soberan铆a, y tiene como objetivo visibilizar el enclave del ingl茅s sobre el Atl谩ntico, a 800 kil贸metros en l铆nea recta de Lago Escondido. El aeropuerto tiene la autorizaci贸n de la Fuerza A茅rea Argentina para funcionar desde la gesti贸n del presidente Mauricio Macri, pero no existen registros p煤blicos sobre los vuelos que all铆 salen y llegan, ni las personas que entran o salen del pa铆s, y qu茅 elementos se entra o saca del territorio. Desde hace tiempo hay versiones que indican que desde el aeropuerto, que tiene casi 15 a帽os de existencia, se detectaron vuelos que vienen desde la zona del Escondido, hacen escala all铆, y siguen rumbo a las islas Malvinas, a 1000 kil贸metros rumbo sudeste. Muchos de los datos que se manejan en torno a Lewis, una de las 300 personas m谩s ricas del planeta, deja entrever que no se trata de un millonario exc茅ntrico que se apropi贸 de un espejo de agua sino de una movida geopol铆tica que involucra potencias europeas que est谩n dentro de la OTAN. Las 煤ltimas novedades en torno a la pista privada y la extranjerizaci贸n de tierras de la patag贸nica se帽alan la entrada en juego de capitales de Qatar y el mundo 谩rabe.
La columna, integrada por militantes de Fetia, CTA de los Trabajadores, Fipca y vecinos de R铆o Negro, sorprendi贸 a los hombres de Lewis, a pesar que se sab铆a que desde la Patagonia se movilizar铆a a otros enclaves que violan la soberan铆a argentina. Los manifestantes llegaron a la tranquera del aeropuerto que construy贸 el ingl茅s, cerca de Playas Doradas, con la intenci贸n de llegar a la pista y entregar un petitorio. El acceso ten铆a dos candados, y no se ve la pista desde all铆, solo estepa patag贸nica, con arbustos, un camino de tierra que se pierde en el horizonte y al costado de la tranquera un cartel se帽ala: Estancias Cerro Bellido y Aguada Chica – Propiedad privada – No ingresar. Los manifestantes hicieron el acto en la entrada, donde cantaron el himno y desplegaron banderas argentinas. Como si saliera de la nada, apareci贸 una camioneta, cuyos ocupantes se identificaron como de seguridad del campo, dijeron que se trataba de un camino privado, que por lo tanto no podr铆an ingresar, mientras los filmaban con celulares. Cuando los guardianes se dieron cuenta que ellos tambi茅n eran filmados por un dron que manejaba la columna, amenazaron con derribarlo si no se lo bajaba de inmediato. De todas maneras la columna realiz贸 las acciones pautadas y, mientras algunos desplegaban la bandera de la Argentina sobre el alambrado, otros armaban carpas frente a la entrada para instalar un acampe y otro plant贸 un 谩rbol de ceibo, flor nacional, como s铆mbolo de ra铆z, identidad y defensa de la soberan铆a argentina.
Ya entrada la noche las carpas fueron iluminadas por varias camionetas, cargadas de gente que, de manera intimidante, los oblig贸 a retirarse del lugar. Los manifestantes recurrieron a la polic铆a, para que los amparase en su manifestaci贸n, pero el comisario de Sierra Grande los intim贸 a abandonar el lugar, demostrando una vez m谩s que las fuerzas de seguridad del Estado provincial le responden a Lewis de manera ciega.
Club Atl茅tico Defensores de Inglaterra (CADI)
Una lluvia de piedras vol贸 hacia la ruta 40 desde el port贸n de entrada del camino de Tacuif铆. El sol ya estaba alto en la ma帽ana del mi茅rcoles 1° de febrero cuando una de las piedras impact贸 con tanta potencia en el casco de alba帽il que llevaba el joven Gonzalo Villagra, que lo rompi贸 y le abri贸 la frente, con una salida de sangre que asust贸 a sus compa帽eros. Los hombres vestidos de paisanos que defend铆an la entrada que lleva a la mansi贸n de Lewis y al Escondido estaban enardecidos, con ganas de pelear y lastimar, a tal punto que al final del d铆a hubo 10 manifestantes con heridas de diversa gravedad.
La resoluci贸n que el juez Castro firm贸 el martes, solicitando la seguridad de los manifestantes en su permanencia en El Foyel, gener贸 expectativas. Algunos dejaron entrever que los guardianes del camino, al leer la resoluci贸n, abrir铆an el port贸n y a partir de all铆 habr铆a que caminar los 20 kil贸metros que separan la ruta 40 del Lago, por eso muchos iban con sus mochillas en la espalda, con abrigo, bolsa de dormir, algo de alimento y agua. Pero esas expectativas se chocaron con la respuesta negativa de los que custodiaban la entrada y la indiferencia de la polic铆a, que no se sab铆a muy bien a quien le garantizar铆an su seguridad, si a los manifestantes o a los guardianes de Tacuif铆. Aunque se apuntaba a entrar, tambi茅n se buscaba concentrar la m谩xima actividad en el port贸n, como para distraer a los hombres de Lewis y que los monta帽istas, que hab铆an llegado la noche anterior al lago, pudieran navegar los 10 kil贸metros hasta la costa este, al final del camino de Tacuif铆, donde Lewis construy贸 su mansi贸n.
Urien habl贸 con Pablo Puchy, quien estuvo acompa帽ado con personas vestidas de paisanos y un joven de barba y remera azul que se present贸 como abogado de los vecinos. No mencion贸 quienes eran esos vecinos, pero se sabe que una docena de habitantes de la zona, como los Puchy, V铆ctor Avil茅s, Oyarzo, Anticura, Fern谩ndez, entre otros, se resisten a que extra帽os usen el camino. No son todos, el mismo Puchy reconoce que el 90% est谩 de acuerdo, con lo que habr铆a algunos vecinos a quienes no les molestar铆a el uso del camino p煤blico. No todos los vecinos tienen t铆tulos de propiedad, pero hace d茅cadas viven en la zona, son reconocidos como leg铆timos ocupantes y ya tuvieron reuniones con autoridades provinciales para regularizar su situaci贸n.
El paisaje no era distinto al del lunes, con el port贸n de hierro cerrado con dos candados, m煤sica folkl贸rica estridente, personas vestidas de paisanos (a pie y a caballo), una gran bandera argentina extendida sobre el camino, con la novedad que se le agreg贸 alambres de p煤a al port贸n en distintos sectores. Los manifestantes, ante el peligro de pedradas, llevaron cascos de alba帽il para evitar da帽os, o por lo menos atenuar los impactos. En el contingente de las organizaciones sociales se sumaron el escritor Mempo Giardinelli, el ex ministro de salud bonaerense Daniel Goll谩n, el ex director de Puertos Horacio Tettamantti.
El primer avance de los manifestantes hacia el port贸n los mostr贸 mejor organizados que el lunes, con un grupo de avanzada con la bandera argentina, un grupo de seguridad en los flancos, con los encargados de difusi贸n cubriendo el hecho, y un grupo de retaguardia que esperaba, alentando, del otro lado de la ruta. Se lleg贸 al port贸n, se golpearon los tubos de hierro con piedras del camino para generar ruido y se retrocedi贸 unos metros sin que la polic铆a ni los defensores del camino actuaran. Durante la segunda avanzada hubo manifestantes que trataron de sacar los alambres de p煤a del port贸n con las ca帽as que sosten铆an sus banderas o algunos palos, lo que provoc贸 la reacci贸n de los hombres de Lewis, que empezaron a apedrear a los manifestantes, con impacto de diversa gravedad en varios, y con heridas sangrantes en dos manifestantes. Cuando se detuvo la refriega, Urien se acerc贸 al port贸n para reinicar el di谩logo, los periodistas sacaban fotos, otros filmaban y al periodista Mario Sagras, de Radio Gr谩fica, le sacaron el celular. Volvieron a hablar con Puchy, quien manifest贸 que sienten que le faltan el respeto cuando le dicen cipayo, y a su vez le respondieron que la falta de respeto es robar un celular y encubrir al autor del hecho. El di谩logo termin贸 all铆, pero Sagras exigi贸 su celular, y el hombre vestido de paisano se lo entreg贸 al abogado para que lo devuelva.
Desde la retaguardia se le hicieron las primeras curaciones a los heridos, se esper贸 la ambulancia local que lleg贸 con dos param茅dicos, a quienes no lo dejaron actuar ya que en la posta sanitaria hab铆a varios m茅dicos, entre ellos el ex ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires. A uno de los heridos se lo traslad贸 a una salita cercana a realizarse curaciones y darse un par de puntos en la cabeza abierta. Como parte de las maniobras de distracci贸n, antes del mediod铆a, un grupo peque帽o de manifestantes ingres贸 mil metros por el camino privado de Lewis, donde las c谩maras instaladas en los 谩rboles los filmaron. Apareci贸 una camioneta con gente que se identific贸 como vecinos de Bariloche que se interesaba por la cuesti贸n y pidieron panfletos para repartir con sus amigos. Luego los manifestantes vieron a esos supuestos “turistas” del lado de adentro del port贸n.
Durante la tercera embestida contra el port贸n, reclamando su apertura, hubo varios que continuaron desalambrando, llev谩ndose el alambre de p煤as como souvenir y recuerdo. Entre los manifestantes hubo uno que sac贸 una moladora port谩til y pretendi贸 cortar una de las rejas, cosa imposible pero que sirvi贸 de mayor alboroto y distracci贸n. Nuevas pedradas, revuelo, jinetes en el port贸n, la furia por parte de “gauchos de Lewis”. La siguiente intentona en el port贸n, en medio de la manifestaci贸n, varios hombres se acercaron al port贸n desde adentro y en medio de la confusi贸n uno de ellos lanz贸 gas pimienta contra algunos manifestantes. La violencia siempre la ejerci贸 la guardia que defiende al ingl茅s.
Una nueva maniobra fue ingresar por una ruta de ripio, la huella andina, alternativa a Tacuifi, en una camioneta, con ocho manifestantes dentro, tres de ellas mujeres. Lleg贸 hasta donde le permiti贸 el recorrido, los ocho bajaron y caminaron hasta encontrar el camino de Tacuif铆, que los sacar铆a a la ruta 40. A 300 metros del objetivo, aparecieron los hombres de Lewis, algunos a pie, con palos en las manos, otros a caballo con rebenques prestos a golpear, los encabezaba Pablo Puchy quien a los gritos exigi贸 que se retiraran de all铆 por donde vinieron por las buenas, impidiendo que salieran por la entrada de Tacuif铆. Al trato prepotente de Poly le sigui贸 la embestida con caballos, con los ocho corriendo y perseguidos por el acceso, recibiendo palazos y rebencazos, con heridas cortantes en la cabeza, como en el caso de Celeste Fierro. Los que se cayeron al huir, como Joel Sverdlik o Gabriel Berrozpe recibieron la peor parte. El primero recibi贸 patadas en el piso, con fisuras en las costillas, mientras que el segundo, que se desplom贸 al recibir un rebencazo en su nariz, la paliza fue mayor pues adem谩s de pasarlo por encima con los caballos, lo patearon y pudo atajar una roca con su pierna cuando le quisieron destrozar la cabeza, con la consiguiente fractura de tibia y peron茅. La fot贸grafa de Telam Alejandra Bartoliche, que formaba parte del contingente, tambi茅n recibi贸 golpes de todo tipo, adem谩s de sufrir el riesgo de perder su c谩mara, herramienta de trabajo que defendi贸 con su cuerpo y pudo retener. El parlamentario del Mercosur Gast贸n Harispe, quien quiso entablar un dialogo con Puchy de manera infructuosa, recibi贸 una paliza importante. El grupo se releg贸 a quinientos metros de donde los atacaron, a la vez que ped铆an una ambulancia para sacar a los heridos m谩s graves. El jefe policial del operativo decidi贸 entrar a pie (sic) diez minutos m谩s tarde, con cinco mujeres polic铆as y sin armas. Una camioneta, que manejaba uno de los agresores, llev贸 a la polic铆a al lugar donde estaban los heridos, donde hubo otros golpes, con menos intensidad que la primera vez.
Los agresores no dejaron salir caminando por el port贸n a los heridos, los quer铆an llevar ellos mismos pero no aceptaron porque no hab铆a condiciones de seguridad. El oficial a cargo decidi贸 llamar una ambulancia, y de esta manera los sacaron a los ocho en dos viajes rumbo a la salita del Foyel, ubicada a quinientos metros del port贸n en conflicto. El resultado final fue la quebradura de tabique y de pierna para Gabriel Berrozpe; un impacto muy fuerte en la pierna derecha de Joel Sverdlik; la cortadura del cuero cabelludo de Celeste Fierro; y para el resto contusiones de diverso tenor que no ameritaron estar demasiado tiempo en el centro de salud. La fot贸grafa de Telam realiz贸 una cobertura fotogr谩fica del recorrido, fue muy golpeada por un jinete que a toda costa le quer铆a sacar la c谩mara, pero fue la primera en abandonar la sala de primeros auxilios para enviar a su agencia el material exclusivo y poner sobre aviso el grado de violencia que estaban manejando los defensores de Lewis.
A esta altura los organizadores de la marcha presentaron un recurso de habeas corpus en el juzgado del doctor Marcelo Muscillo de El Bols贸n, por la retenci贸n indebida de los caminante de Tacuif铆. El juez y un fiscal de la misma localidad se acercaron a investigar sobre los retenidos, su estado de salud y sobre los que los retuvieron, lo que implica la continuidad de una causa juidicial por las heridas recibidas.
Se帽ores de los lagos
El jueves por la ma帽ana los heridos se presentaron a la justicia a hacer la denuncia penal formal por lesiones. En el caso de Gabriel Berrozpe, internado durante la noche en El Bols贸n y luego trasladado a Bariloche, la denuncia fue por intento de homicidio dado la gravedad de su estado f铆sico despu茅s de las agresiones. Ese mismo d铆a algunos medios de alcance nacional entrevistaron a Pablo Puchy, el hombre que llevaba la voz cantante de los agresores, quien se present贸 en televisi贸n como tercera generaci贸n de propietarios de tierras en torno a Lago Escondido. “Quer铆an entrar por un camino privado de uso vecinal, no es un camino p煤blico. Nosotros no queremos que se haga p煤blico porque tenemos nuestros animales y vivimos de eso, y no es justo que esta gente se meta por ah铆. No soy empleado de Lewis, vivo de mi trabajo, orde帽o y vendo queso, vivo de eso, tengo un camioncito y hago flete a veces, llevando le帽a. Arreglo mi parcela para mis hijos y mis nietos, defiendo mi propiedad y doy la cara. Soy nacido y criado ac谩, estas tierras fue de mi abuelo, despu茅s pas贸 a mi padre, ahora la tengo yo, es decir que hace m谩s de 150 vive la familia Puchy en la zona de El Foyel”, dijo enf谩tico en el canal del diario La Naci贸n. El mismo Puchy dice que el camino ya no se llama Tacuif铆, sino que se llama Domingo Puchy, el nombre de su padre fallecido. Revisando bibliograf铆a local encontramos los libros de Ernesto Maggiori, quien desde la d茅cada de 1970 se dedica a investigar y escribir sobre la historia de la comarca andina, y se帽ala que las tierras al sur del Nahuel Huapi era territorio del cacique Foyel, y que despu茅s de la campa帽a de Julio Roca de 1879 decidieron donarle esas tierras al perito Francisco Pascasio Moreno. El perito don贸 varias leguas para la creaci贸n del primer parque nacional, en torno al lago Nahuel Huapi, y el resto se lo vendi贸 a la familia Mart铆nez de Hoz. Hacia 1912 hubo un loteo de tierras siendo uno de los primeros adquirentes la familia Montero, de origen chileno, quien llega a escriturar la tierra bajo el primer gobierno peronista y hacia 1996 le vende sus tierras a Joe Lewis.
El mi茅rcoles de los 10 heridos, los 60 monta帽istas navegaron en kayak por el lago luego de acampar en Las Horquetas, Lagunitas y Soberan铆a. El lago Escondido era su cuarto acampe, y ese d铆a tratar铆an de acampar junto al camino de Tacuif铆, al pie de la mansi贸n de que Lewis construy贸 junto alLago. El grupo de los 60 no fue siempre continuo, de hecho en alg煤n momento se super贸 esa cifra y en otro momento esa cantidad se redujo a 58. En el primer tramo de Wharton a Las Horquetas estuvieron dos vecinos de El Bols贸n, entre ellos la dirigente de ATE Andina, Sandra Contreras. Adem谩s del apoyo a la marcha, Contreras quer铆a verificar que el camino no es tal sino un sendero de monta帽a con dificultad si no se est谩 preparado para circular por all铆. Adem谩s quer铆a confirmar que los marchantes respetaban las reglas ambientales que exig铆a circular por los senderos de lo que se conoce como 脕rea Natural Protegida R铆o Azul – Lago Escondido (Anprale). El Anprale, ubicado entre los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lago Puelo, fue creado por la provincia de R铆o Negro en 1994 y abarca cerca de 60.000 hect谩reas en las zonas de El Manso, El Bols贸n y Lago Puelo. El paisaje se caracteriza por ser cordillerano andino, boscoso y con el r铆o y el lago que le dan nombre como espacios de aguas centrales en el ecosistema que no solo busca proteger la biodiversidad, con una fauna 煤nica en el pa铆s, sino que se reserva ese espacio para el huemul, un siervo patag贸nico en peligro de extinci贸n. “Hab铆a una estigmatizaci贸n para con los marchantes porque ven铆an en cantidad, desde 谩reas urbanas, y se los acusaba que ven铆an a da帽ar el medio ambiente. Y yo confirm茅 en el lugar que no solo respetaban las indicaciones del cuidado de la zona de protecci贸n ambiental, sino que la relaci贸n con la naturaleza iba m谩s all谩 de lo pautado”, dijo Contreras.
El contingente lleg贸 a orillas del lago la noche del martes, luego de circular por senderos, de ver bandurrias, carpinteros y 谩guilas, de caminar cuesta arriba por picadas, cruzar arroyos observados por cohiues, lengas y milenarios alerces, saltar alambrados y tranqueras, cargar 20 kilos sobre sus espaldas, sufrir el calor del d铆a y el fr铆o de la noche, preparar la comida, tratar de comunicarse desde lugares donde no hay se帽al de celulares y hacer guardias, porque las guardias fueron esenciales. La patota de Lewis los asedi贸 y atac贸 apenas los divisaron por el sendero andino, con la intenci贸n de que no lograran su objetivo, pero llegaron al lago y luego de hacer noche aprestaron los kayaks para navegar los 10 kil贸metros que los separaban de la costa opuesta. Mientras en el camino del Tacuif铆 los hombres de Lewis apedreaban a los manifestantes, otros grupo de tareas intercept贸 con una lancha a la flota de kayaks en medio del lago. La lancha que naveg贸 alrededor de ellos generaba oleadas peligrosas, capaz de dar vuelta alguna embarcaci贸n. Desde la nave avisaban con iron铆a sobre el peligro del viento, las oleadas y las aguas heladas. No era una simple amenaza, hay antecedentes en marchas anteriores de dar vuelta un kayak de esa manera y dejar a dos caminantes flotando en las aguas heladas del Escondido, sac谩ndolos cuando ya estaban entrando en un proceso de hipotermia. Cuando se cansaron de jugar, obligaron a los kayakistas a regresar y retomar el camino por donde llegaron. Ante la situaci贸n intimidante que hab铆a desde la lancha, los navegantes regresaron para dormir donde acamparon la noche anterior, pero apenas oscureci贸 volvieron a los kayaks para llegar al costado opuesto del espejo de agua, justo donde Lewis tiene su mansi贸n y termina el camino de Tacuif铆. No llegaron a desembarcar en la orilla, sino que bajaron en una isla peque帽a, que no es propiedad privada pero donde fueron acosados y asediados por el grupo de tareas de Lewis. La isla no figura en los mapas, por lo que se decidi贸 bautizarla con el nombre de Isla de los Patriotas. Todas las noches de caminata la mano de obra que responde a Lewis los acos贸 y aquel jueves no fue la excepci贸n, no los dejaron acampar en la playa, los agredieron de manera verbal y psicol贸gica, les pon铆an parlantes alrededor con m煤sica a gran volumen y les impidieron que tomaran la salida por Tacuif铆, rumbo a la ruta 40. Cuando el jueves una lancha se acerc贸 a la isla con un grupo de polic铆as los monta帽istas entendieron que ven铆an a negociar su salida, pero en realidad fueron a preguntar la raz贸n por la que estaban all铆. En el lugar no solo estaban los monta帽istas por la soberan铆a sino que hab铆a un grupo de defensores de los intereses del brit谩nico, molestando a los marchantes. El abogado de Fipca, Sergio Cuestas, que formaba parte del contingente, habl贸 con el agente policial, le explic贸 que se trataba de un espacio p煤blico que no era propiedad privada y que en todo caso deber铆a llamar la atenci贸n a los “paisanos” que los molestaron toda la noche. El polic铆a dijo que lo enviaron para garantizar que no hubiera conflictos, y entonces Cuestas le pregunt贸 qui茅n le hab铆a dado la orden de investigarlos en un espacio p煤blico y el uniformado respondi贸 varias veces, como algo natural, que la orden ven铆a de El Lago. En el lugar todos conocen a la empresa Hidden Lake como El Lago, que es sin贸nimo de Lewis.
Un rato despu茅s los “paisanos” permitieron la liberaci贸n del doctor Jorge Rachid, quien iba entre los monta帽istas, que en ese momento decidi贸 salir para hacer p煤blica la situaci贸n de la columna y adem谩s para retirar a la concejala de Potreros de los Funes (San Luis) Guadalupe Rascaeta, quien no ten铆a fuerzas para continuar. Ambos salieron en una ambulancia, para alivio de todos, aunque Guadalupe se alej贸 angustiada pues su compa帽ero qued贸 a orillas del lago. En realidad el resto del grupo, guiados por Alejandro Meyer, sigui贸 retenido y, como medida de fuerza para ser liberados, el sacerdote Francisco Olveira y Gustavo Bellido, combatiente en Malvinas en la guerra de 1982, iniciaron una huelga de hambre, responsabilizando al estado provincial de lo que les pudiera suceder.
Para el contingente que quiso entrar por Tacuif铆, las del jueves fue una noche angustiante por tener escasas noticias de los 60 caminantes, y saber que durante la tarde fueron agredidos por los hombres del “Lago”, los hombres de Lewis, que los asediaron y les tajearon las mochilas. La 煤ltima comunicaci贸n con la columna advert铆a que estaban siendo atacados y agredidos, y que corr铆an peligro sus vidas. Rachid coment贸 que durante su recorrida por el sendero andino, por las noches pon铆an parlantes a todo vol煤men para que no durmieran y a veces se escuchaba que encend铆an una motosierra, amagando que iban a atacarlos con la misma. Los principales responsables de Fipca buscaron contactarse con autoridades provinciales y nacionales para lograr el rescate de los marchantes, pero a veces parec铆a un tel茅fono descompuesto y otras veces ni atend铆an el tel茅fono.
El viernes Julio C茅sar Urien, presidente de Fipca (Fundaci贸n Interactiva Para la Cultura del Agua) y organizador de las marchas, negoci贸 con los que comandaban a los gauchos de Lewis, con la polic铆a de R铆o Negro y con la ministra de Seguridad provincial Betiana Minor, y un hombre de confianza del ministro del Interior Eduardo de Pedro, para que les garantizaran la seguridad del contingente y los dejaran salir. El acuerdo consist铆a en entrar tres combis y sacar a los monta帽istas, pero a 煤ltimo momento, desde el lado de Lewis, impidieron que se sumaran veh铆culos de apoyo con los responsables de la marcha. A las 21 deb铆an estar en El Bols贸n, pero con las negociaciones paradas todo volvi贸 a fojas cero hasta que Urien accedi贸 que solo fueran las combis, 茅l se quedar铆a a esperar a los muchachos a la vera de la ruta, junto al resto de los manifestantes.
Agresiones en El Bols贸n
La Comarca Andina tiene varias localidades, entre las que El Bols贸n se destaca por ser un espacio donde los hippies llegaron en la d茅cada del 1960 y muchos se instalaron all铆 con su proyecto de vida comunitario y en contacto con la naturaleza. La Feria de Artesanos, que funciona los martes jueves y fines de semana, es una de las m谩s lindas de la regi贸n y convoca todos los a帽os a artesanos y a turistas. El visitante puede llevarse una imagen buc贸lica del pueblo, con la cresta del cerro Piltriquitr贸n protegiendo lo que hace d茅cadas se conoci贸 como Valle Nuevo, con el r铆o Quem Quetreu a pocas cuadras del centro, y el r铆o Azul detr谩s de uno de los cerros andinos, ambos buscando desagotar a pocos kil贸metros al sur, en el lago Puelo, ya en la provincia de Chubut.
El viernes 4 de febrero los contingentes de manifestantes se concentraron frente a las oficinas del intendente de El Bols贸n, Bruno Pogliano, que va por su segundo mandato, se presentar谩 en 2023 por una nueva reelecci贸n y sue帽a con tener un cargo electivo en el Parlamento Nacional. Las versiones en el pueblo dicen que el titular del Ejecutivo local fue uno de los contadores de Lewis y que desde Lago Escondido se sostiene su poder, junto a algunos ediles que no cuestionan al ingl茅s que se apropi贸 del espejo de agua. Un dato curioso es que el mismo s谩bado que los monta帽istas entraban a los senderos andinos para llegar al Lago, la localidad de El Bols贸n festejaba los 97 a帽os de existencia y el Municipio premi贸 a la empresa Lago Escondido “por destacada colaboraci贸n con la comunidad”. Como El Foyel y el lago est谩 dentro del territorio que gobierna Pogiano, los manifestantes fueron a pedirle una audiencia para que garantizara por la seguridad de los marchantes de la monta帽a. Pasadas las 10 de la ma帽ana le informaron a la delegaci贸n que el Jefe Comunal estaba de licencia y que no los podr铆a recibir. Un rato despu茅s lleg贸 el Secretario de Gobierno, quien recibi贸 un petitorio que firmaron las organizaciones que llegaron hasta el lugar.
Cuando estaban por entregar el petitorio una de las manifestantes sinti贸 un fuerte golpe en el h铆gado que la dej贸 sin aire, viendo c贸mo el agresor ingresaba al edificio municipal. Sus compa帽eros entendieron que reconoci贸 a uno de los que arrojaban piedras en Tacuif铆, y tardaron en darse cuenta de lo que estaba pasando. El grupo se concentr贸 en la plaza, junto al boulevard, y se dedicaron el resto de la ma帽ana a entregar material de difusi贸n sobre la situaci贸n de las tierras y la p茅rdida del Lago en manos de un ingl茅s. Otro manifestante, el bibliotecario Marcel Bertolossi, integrante de la organizaci贸n HIJOS, cruz贸 la vereda a comprar una gaseosa, le pareci贸 que lo estaban siguiendo y trat贸 de sacarle una foto al sospechoso simulando que se sacaba una selfie. Mientras apuntaba su c谩mara recibi贸 una trompada entre la oreja y la nuca que lo dej贸 mareado, y al querer increpar al agresor otras personas lo protegieron, aunque pudo sacarle la foto para presentarlo como prueba en la justicia. En el juzgado le informaron el nombre del agresor, conocido en el pueblo y tambi茅n en los tribunales por las causas por agresiones a vecinos y comunidades mapuches.
Pasado el mediod铆a los manifestantes volvieron a sus respectivas bases, caba帽as o campings a las afueras de El Bols贸n. Mientras circulaba el rumor que ese mismo d铆a se rescatar铆an a los 60 monta帽istas, pero sin una versi贸n oficial. El sol brillaba a煤n cuando, a las 20.15, se convoc贸 a una conferencia de prensa en la sede de ATE El Bols贸n, y a la vez se sub铆a un video de Julio C茅sar Urien dando por finalizada, de manera exitosa, la S茅ptima Marcha por la Soberan铆a. Pero la conferencia de prensa se retras贸 porque desde las tierras que controla Lewis no se permiti贸 que los micros que retiraran la salida de los monta帽istas estuvieran acompa帽ados por veh铆culos de apoyo de la organizaci贸n de la marcha. Urien, el m谩ximo responsable de la actividad, se reuni贸 con los manifestantes y puso al tanto de la situaci贸n y explic贸 que estaba negociando, consiguiendo las combis y actuando m谩s all谩 de los abandonos de algunos funcionarios. Todo termin贸 a las 3.15 de la madrugada, en la ruta 40, con los manifestantes recibiendo a la columna Juana Azurduy y sus sesenta integrantes. Los abrazos y l谩grimas, los cantitos y las palmas, las banderas y las sonrisas fueron el marco en el que el jefe de la columna, Alejandro Meyer dijera: “Nos quisieron amedrentar todas las noches, no hubo una noche peor que otra, nos asediaron durante toda la caminata pero no nos doblegaron. Ya estamos preparando la octava marcha hacia nuestro lago”.
Continuar谩 …
El m茅dico sanitarista Jorge Rachid sostiene que “Lewis no es Lewis, que la maniobra de controlar Lago Escondido se complemente con el aeropuerto de Playas Doradas y su v铆nculo con las islas Malvinas, donde est谩 la base m谩s importante de la OTAN en el hemisferio sur. Corremos el riesgo de secesi贸n de la Patagonia, por eso es importante concientizar y actuar por la soberan铆a”. Pocas semanas antes de la marcha al Escondido las fuerzas armadas de Estados Unidos, principal aliada de la OTAN, se帽alaron que defender铆an las riquezas que hay en el sur del continente, como si les perteneciera. Es imposible acceder a las islas Malvinas porque lo usurp贸 la corona brit谩nica, y lo mismo ocurre con Lago Escondido donde no se puede acceder porque se lo apoder贸 un s煤bdito de la misma corona. Tal vez pensar en una ruptura de la Patagonia del resto de la Argentina no sea un proyecto a corto plazo, pero el manejo de un estado paralelo, a trav茅s de la extranjerizaci贸n de territorio y la compra de voluntades pol铆ticas, es una realidad que se percibe d铆a a d铆a en algunos pueblos del pa铆s, en particular en provincias del sur. No hace falta la escisi贸n, la triangulaci贸n de los aeropuertos de Lewis en el continente con la base inglesa en Malvinas nos confirman que Lago Escondido es una cabecera de playa en la Patagonia del Imperio brit谩nico y de la OTAN. Julio C茅sar Urien no desconoce la situaci贸n y advierte que la resistencia del pueblo organizado, a la que se suman cada vez m谩s j贸venes, no les est谩 haciendo f谩cil el desembarco y que la defensa de la soberan铆a continuar谩.
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