M谩ximo Luppino |
La superstici贸n es una ilusi贸n infundada, una creencia creada por nosotros mismos para refugiar nuestra falta de capacidad para descubrir la l贸gica explicaci贸n que fundamentan los sucesos que acontecen.
La superstici贸n es un “bast贸n” de cart贸n en nuestra cotidianidad y es nuestra propia energ铆a la que puede llegar a orientar el resultado de nuestras acciones.
Algo muy distinto son los milagros, que poseen un origen divino y en los cuales creemos fervientemente. Hecha esta aclaraci贸n continuaremos con nuestro escrito. Es decir, la “suerte”, buena o mala seg煤n nuestro relativo parecer o conveniencia no existe como tal. Todo lo existente posee una raz贸n de ser, existir y proceder. La ley de Causa y Efecto impera rotundamente con matem谩tica precisi贸n.
Claro est谩 que todas estas verdades son dif铆ciles de llevarlas a flor de piel en la diaria fricci贸n de hechos que nos alegran algunos y nos hieren otros. Lo concreto es que Argentina perdi贸 su primer partido con Arabia Saudita en el mundial de f煤tbol de Qatar. En este deportivo encuentro se encontraba presente Mauricio Macri. Los que no simpatizan con el expresidente lo tildaron de “mufa”. Hasta aqu铆 pocos daban cr茅dito a tan dom茅stica explicaci贸n de nuestra fallida participaci贸n futbol铆stica. Ahora, cuando Jap贸n vence a Alemania en el mentado mundial y Mauricio hab铆a disparado verbalmente la sentencia de que: “Alemania era la raza superior”, ya m谩s de un racionalista comenz贸 a creer en la presencia de la jettatura portada por Macri.
A punto tal cobr贸 forma la “fama” de mufa del ex primer mandatario, que se juntaron firmas para que el mismo no asista al pr贸ximo encuentro de la selecci贸n nacional con el buen equipo de M茅xico. Cuando esta nota sea publicada sabremos el resultado de este encuentro deportivo. Por ahora, s贸lo fervorosa y nerviosa espera.
Claro que nosotros no creemos que Mauricio encarne al c茅lebre Jettatore. M谩s a煤n, en su gobierno tom贸 medidas profundamente deliberadas para beneficiar a las poderosas multinacionales y ahogar la econom铆a nacional. El “acuerdo” con el FMI fue un endeudamiento adrede para someter el crecimiento de la Naci贸n.
Macri siempre se encuentra c贸modo con los poderosos. Basta verlo “chichonear” simp谩ticamente con las m谩s altas autoridades del r茅gimen de Qatar, un gobierno autoritario y desp贸tico donde se contabilizan 6.500 obreros fallecidos en la construcci贸n de estadios y estructuras para el presente mundial de f煤tbol. Donde reina la corrupci贸n Macri se encuentra a gusto, como en los “abrojos”.
Un Macri que se comprometi贸 al “hambre 0” y a retirar el impuesto a las ganancias entre otras promesas escritas en las aguas cambiantes de las promesas electorales.
Mucho peor que “mufa”, Mauricio es un hacedor de desgracias para los trabajadores y humildes. Parece Macri s贸lo estar a gusto con los due帽os de fortunas incalculables como lo son los jeques 谩rabes que no benefician al pueblo, s贸lo administran privilegios sobre los ya obtenidos de la clase millonaria.
Qatar posee 300.000 ciudadanos y 3.500.000 extranjeros que trabajan sirviendo a la clase dominante. Una ecuaci贸n num茅rica que indigna por s铆 sola. En la cruda y criticable desproporci贸n de sometedores y sometidos de Qatar transcurre un mundial de f煤tbol ba帽ado de sangre inocente, carente de las libertades b谩sicas de digna humanidad. Un reino poco criticado por famosos periodistas, ya que el dinero parece haber comprado voluntades de personas con escasa moral. Sin mencionar lo m谩s atroz de todo que es el avasallamiento inadmisible para con los derechos de la mujer. Hoy no podemos sueltos de cuerpo s贸lo afirmar que es “su cultura”. Una cosa son las pautas culturales y religiosas y otra muy distinta es el sometimiento violento de las mujeres gestadoras de vida en la tierra. Qatar ser谩 recordado como el mundial que no debi贸 ser, m谩s all谩 de los resultados deportivos. En su af谩n de poder los gobernantes de Qatar lograron visualizar sus miserias espirituales escondidas detr谩s de monta帽as de oro profano saturadas de dolor popular.
Mauricio mufa, no. Macri creador de dolor y hambre para nuestra Rep煤blica s铆.
M谩ximo Luppino