Hernán Alegría, de Sofovial, cuenta que la génesis del proyecto fue el contacto en 1986 entre la Asociación de Oyentes por a Libre Expresión Sin Anestesia y profesionales del Hospital Larcade de San Miguel. "Uno de nuestros compañeros de Sofovial, Oscar Canel, 'Cacho', es médico y era director del Larcade. Entusiasmado con la democratización de las comunicaciones encaré la compra de una cámara y fui a ver al secretario de Cultura de General Sarmiento, Jorge Jury, escritor, hermano de Leonardo Favio. Le propuse ocupar las pantallas con nuestras cosas, las que suceden en los barrios. El me aconsejó que fuera al Larcade, ahí nos conocimos con Cacho y comenzamos un relevamiento audiovisual de los principales aspectos sanitarios que constituían el fenómeno salud-enfermedad-atención en General Sarmiento".
"La asociación de Oyentes por la Libre Expresión Sin Anestesia, fue la primera que habló de la democratización de las comunicaciones en el año 1987. Éramos 35.000 personas que firmamos y presentamos una ley que reemplazara la ley de radiodifusión de la dictadura, y nadie nos dio bola. Fue una organización con una capacidad militante impresionante, con internas feroces también, no idealicemos. Más adelante, estando como rector de la Universidad Nacional General Sarmiento, José Luis Coraggio, que se formó en Nicaragua con el sandinismo, y se lo considera un importante referente de la economía social y solidaria, la UNGS empieza a trabajar con el Congreso Regional de la Cultura, espacio del cual fuimos co-fundadores. Intentamos organizar el movimiento popular a través de los 'Aguante la Cultura', que fueron episodios muy participativos, encuentros multitudinarios y festivos donde se muestra todo lo que somos capaces de hacer culturalmente: los roqueros, las murgas, los artesanos, los pintores ocupando plazas durante dos días y la UNGS poniendo infraestructura y algo de dinero. Esos aguantes la cultura después se empezaron a hacer por diferentes barrios, durante años… Lo tomó incluso la CTA y lo llevó a Rosario".
"Nosotros conocemos a casi todas las organizaciones barriales, llevamos muchos años ‘videando’ sus prácticas y haciendo talleres; desde el comienzo, por ejemplo, con la prevención del HIV-Sida. Por ejemplo, para armar el programa “Sumar + Salud” organizamos una movida barrial muy potente, con gran participación popular, momentos lúdicos y pedagógicos. En ese contexto, toda la gente, de todas las edades, personas con distintas problemáticas, haciendo talleres de sexualidad, salud bucal, enfermedades crónicas. Fue parte de un clima político en que pudimos tener alguna incidencia masiva. Después lo nuestro siempre fue muy alternativo…"
"En el canal de YouTube de Sofovial tenemos ordenadas casi 400 producciones en Educación Popular, Otra Economía, Géneros, Cultura Popular, Salud Social y comunitaria, Derechos Humanos, Luchas del Campo Popular. Pero hay muchísimo más material que se conserva en crudo. Se pueden ver todas las producciones de algunos programas de Salud como Médicos Comunitarios, un posgrado que pretendía romper con el modelo médico hegemónico, articulando con 17 Universidades Nacionales, consustanciado con la Salud Colectiva. Es un antecedente de la Currícula Innovada que utiliza la Carrera de Medicina de la UNPAZ".
conseguido que el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo los llevara en la primera marcha, la Marcha por la Vida que se hacía desde Humahuaca a Buenos Aires, pasando por el MOCASE, en Santiago del Estero".
"Nosotros criticábamos fuertemente lo asistencial, la actitud piadosa, la beneficencia que genera pasividad. Partíamos de la base de que, si no modificamos las condiciones materiales de existencia, no hay forma de que esto mejore. ¿Qué vamos a hacer, un comedor por cuadra? No tiene sentido. La gracia es que estos centros comunitarios sean para jugar, para pasarla bien, no para morfar porque no puedo comer en casa. Siempre fue nuestro objetivo la transformación estructural y desde el pueblo. Y hay un reconocimiento del común, a punto tal que hoy los educadores se definen en el cuidado y la educación de infancias y jóvenes y utilizan un lema muy de Eduardo Galeano: sentir, pensar y actuar para transformar. El placer de jugar puede ser clave en la pulseada con el placer del consumo. Esa capacidad de explorar, de acordar con otros, esa libertad, esa mutación, ese vértigo, o sea, todas esas propiedades del juego que te permiten expandir políticamente, te permiten crecer en vínculo, en comunidad, en placer, eso es revolucionario. Tenemos un norte que es instalar el jugar como derecho. Pero vamos viendo lo que se puede hacer".
"La abundancia está en tener mucha alegría adentro. Nos pusimos de acuerdo en gratificarnos con la movida, en superar el personalismo, la mezquindad y caminar pueblo adentro".
El autor es historiador y ensayista, integra el equipo de investigación y es docente de la UNPAZ
