M谩ximo Luppino |
Jujuy, una hermosa provincia sacudida por la violencia m谩s cruel y despiadada. ¿Qu茅 muestra una constituci贸n votada en un feriado nacional en su madrugada y de espalda al pueblo? Gerardo Morales presenta a Jujuy como un modelo a seguir con un sueldo docente de $32000 de b谩sico, empleados de la salud muy mal pagos, donde reinan el garrote y los gases lacrim贸genos para las protestas.
No compartimos el “orden” de los sojuzgados, ni la paz de los cementerios. Los due帽os de las riquezas siempre proponen inclinar la cabeza ante la presencia de los poderosos.
Nada perdurable en el tiempo nace sobre la base de garrotazos y balazos. S贸lo el consenso, fruto del di谩logo fecundo, sienta cimientos de una aut茅ntica rep煤blica federal. La clase pol铆tica se encuentra ante un gran desaf铆o que es encontrar 5 o 6 objetivos nacionales patri贸ticos que despierten el inter茅s general de toda la poblaci贸n del pa铆s y sean apoyados por todos los partidos pol铆ticos con representaci贸n parlamentaria.
Volviendo a la convulsionada Jujuy, es llamativo apreciar c贸mo un mismo suceso despierta el apoyo de un sector de la poblaci贸n y genera indignaci贸n extrema en otro fragmento popular. En sencillas palabras, un proceder determinado como la represi贸n policial es aplaudida por algunos y repudiada por otros.
Gerardo Morales, con su accionar de represi贸n despiadada, se exhibi贸 como digno miembro de Juntos por el Cambio. A un escal贸n para ser candidato a vicepresidente de Larreta. Pero no s贸lo pretende este objetivo pol铆tico. Muchos analistas de la realidad de Jujuy creen que la real intenci贸n es apoderarse del litio que se encuentra bajo el suelo juje帽o.
Es verdad que la poblaci贸n en general sufre un hartazgo de los cortes de calles sistem谩ticos y constantes. En Buenos Aires son por lo menos 2 cortes semanales. En los noticieros matinales nos dan el pron贸stico del tiempo, los servicios de transporte y las avenidas que sufrir谩n piquetes. Nos acostumbramos a lo impropio. Esto sucede a la vez que la delincuencia crece y azota a la poblaci贸n pac铆fica de la Naci贸n. Esta realidad motiva la peligrosa doctrina de la “mano dura”. Hay quienes piensan sinceramente en este accionar, pero tambi茅n esconde a un fragmento de autoritarios y violentos que buscan un pretexto para da帽ar y lastimar. Claro est谩 que el delito debe ser combatido y los malhechores encarcelados con firmeza y justicia.
La compasi贸n y el esp铆ritu de servicio al semejante, fruto de una profunda empat铆a, deben ser requisitos fundamentales de un buen pol铆tico. En definitiva, las riquezas de una Naci贸n pertenecen a su gente, a su pueblo, a toda la comunidad del pa铆s. Los gobernantes deben administrar responsablemente estos bienes.
La poblaci贸n juje帽a se encuentra entre las m谩s pac铆ficas de la rep煤blica, portadora de un profundo bagaje cultural, con ra铆ces ancestrales. Hay que aprender de su templanza y accionar.
Desde siempre sostenemos que los docentes deben ser bien pagos y sumamente respetados. A ellos les confiamos la educaci贸n de nuestros hijos.
Al gobernador Gerardo Morales le pedimos humildemente que recapacite en su proceder y que busque el beneficio del pueblo juje帽o, que reconsidere la vigencia de una Carta Magna provincial nacida a hurtadillas, bajo las sombras escabrosas de los estafadores.
Que no se propine represi贸n por el litio. Nada material nos llevamos de esta tierra. S铆 podemos atesorar en nuestra alma el amor y el respeto de nuestro pueblo.
M谩ximo Luppino