Este momento p煤blico de Sergio Massa no llega por una “travesura del destino”, es un tiempo que Massa supo construir a lo largo de su extensa carrera como exitoso funcionario en diversas etapas de su vida pol铆tica.
Pero los triunfos se elaboran luego de un sin n煤meros de sinsabores, de “tragos amargos”, de ingratitudes y escollos en el camino que se deben superar con valent铆a e intrepidez. Hacemos esta reflexi贸n pensando en Daniel Scioli y Silvina Batakis, quienes pasaron episodios engorrosos y profundamente inc贸modos p煤blicamente, pero que supieron colocar el Bien Com煤n como prioridad de su conducta personal. En estas l铆neas valoramos y agradecemos el ejemplo de generosidad y solidaridad con la Rep煤blica que brindaron Scioli y Batakis. Retoma Daniel la embajada en Brasil y Batakis acept贸 el desaf铆o de ser presidente del Banco Nacional de la Naci贸n, puesto clave para poder implementar un correcto plan econ贸mico exitoso.
Combatir la inflaci贸n infame es el gran desaf铆o del Frente de Todos a cargo del flamante ministro que se exhibe solvente y firmemente determinado a lograr tan impostergable desaf铆o.
Frenar al alza provocada del d贸lar, generar m谩s empleo y lograr concretamente la tan anhelada estabilidad econ贸mica con la mesa llena de alimentos en la casa de los trabajadores y humildes de la patria.
El desaf铆o del flamante ministro es rotundo. Cada medida que implemente Sergio repercutir谩 en forma directa en la econom铆a cotidiana de los argentinos. El porvenir de Massa promete s贸lo dos opciones: la gloria absoluta o el abismo m谩s profundo.
Las marchas y contramarchas de Alberto Fern谩ndez con la triste impronta de llegar tarde, muy tarde, a la soluci贸n de los problemas es una situaci贸n que Massa sabe que debe revertir de entrada en su nueva gesti贸n.
Sergio Massa desea ser presidente de los argentinos. Para intentar llegar a su dorado sue帽o debe obtener un 茅xito indiscutible en los desaf铆os que acaba de aceptar. Es un hierro caliente que lo golpeara con fuerza o ser谩 el escal贸n que lo depositar谩 en la cima del poder pol铆tico nacional.
Desde la CGT a la C谩mara de Industria, m谩s un poderoso sector agrario, ven en Massa una posibilidad de despegue econ贸mico definitivo. Las cartas est谩n echadas, la presi贸n es mucha y el margen de error es nulo. Esto es a “todo o nada”.
Las horas parecen d铆as y los d铆as meses. La noticia de ayer parece provenir de la prehistoria. Tal es el v茅rtigo de ansiedad en que se encuentra inmersa la sociedad nacional.
La 贸rbita Massa promete un nuevo derrotero estelar mucho m谩s audaz del que se especula en instancia primera. Sin dudas se espera demasiado de Massa. No por malsana animosidad, es efecto de una prolongada espera a la cual fue sometida la comunidad de la Rep煤blica.
Cristina, Alberto, Sergio, junto con los gobernadores peronistas juegan un partido con la luz apagada, donde todo vale, menos fracasar.
El aliento se entrecorta, todos miramos debajo de las aguas turbias de una acci贸n pol铆tica compleja con intentos de golpe financiero en manos de una oposici贸n enceguecida por obtener poder de cualquier forma y al costo que fuera. Estas ideas democr谩ticamente repudiables encontraron por estas horas un estrepitoso freno. Observa la oposici贸n venir una locomotora de frente a toda velocidad que no sabe ni quiere frenar. La audaz m谩quina de llama Sergio Massa
M谩ximo Luppino