Las más negras especulaciones del poder político nacional fueron superadas ampliamente por la funesta macabra realidad del COVID que no se detiene, sigue avanzando destrozando vidas en diabólica sepulcral marcha.
Con más de 35.500 contagios y 754 muertos, que podrían ser muchos más, se colocó a la Nación toda en una situación por demás crítica. La dirigencia política se ve cada vez más próxima a accionar el tan peligroso “Botón Rojo” de una restricción social total y casi absoluta.
Con especulaciones tales como que Horacio Rodríguez Larreta mutó del casi “un libre albedrío” comunal a suspender la presencialidad en las escuelas y prohibir la circulación de personas los fin de semanas. Tal es la magnitud del trance sanitario presente. Datos tales como que la provincia de Córdoba superó en contagios a CABA produciendo una alarma que hasta horas atrás no era asumida por el mismísimo gobernador Schiaretti, quien ahora posee todas las alarmas sonando. Algo similar sucede en la provincia de Mendoza que fue el lugar más reacio a aceptar las sugerencias de prevención sugeridas por la administración central y está ahora acorralada por falta de camas en terapia intensiva. La hermosa ciudad de Rosario además de ser azotada por las bandas narcos, se encuentra en un angustiante colapso de su sistema de salud.
¡La realidad golpea al poder político dirigencial con la fuerza de los hechos irrefutables!
Economía quebrada, Coronavirus implacable junto a una inflación desmadrada que no supimos controlar, hace muy difícil a las masas populares obtener el sustento diario para vivir. Activar en este contexto el Botón Rojo es muy peligroso.
Alberto Fernández no desea entrar en la tan necesaria y temida FASE UNO. Sabe que la economía Argentina está tan en rojo como el sistema sanitario nacional. La peor combinación se ha hecho presente. Un país en bancarrota con una pandemia descontrolada. Pensar que aún a estas horas hay políticos que especulan con las elecciones próximas. A la economía destrozada junto a un sistema sanitario agonizante se suma la estupidez vocacional de ciertos dirigentes necios que especulan dónde presentarse como candidatos, si en provincia de Buenos Aires o Capital Federal. Calculan siniestramente, mientras una caravana de cadáveres inocentes del pueblo viaja hacia su última inmerecida morada.
El Botón Rojo del cese de actividades que el presidente teme oprimir es acariciado con fundado temor a las consecuencias insospechadas de una sociedad empujada al hambre y a la enfermedad.
Debemos edificar con suma celeridad un espíritu combativo solidario y abnegado para enfrentar con dignidad y valentía los días próximos. No queda otra posibilidad que no sea la austeridad firme y resuelta para doblegar estos días llenos de dolor.
Axel Kicillof, Rodríguez Larreta junto al presidente Fernández están forzados a tomar una resolución hermanada en la necesidad extrema que padecemos y hacer cumplir a raja tabla lo que se decida.
Hay que PAGAR todos los costos políticos necesario para el BIEN de la gente de nuestra Nación. Gobernadores e intendentes al igual que toda la dirigencia social deben asumir un rol protagónico en esta lucha sin cuartel.
Hoy el fracaso político es la falta de carácter para comprometernos con controles y solidaridad concreta para con nuestros hermanos.
¡ARGENTINA debe ser salvada de los cretinos de siempre!
Máximo Luppino
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