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sábado, 28 de mayo de 2022

PRÓCERES, CULTURA Y SOBERANÍA


Máximo Luppino

Los próceres son el faro ético que marca con su luminosa e intachable conducta el horizonte a seguir por la ciudadanía. Son los referentes indiscutidos en los que debemos fijar nuestra conducta a través de la atenta mirada mental cotidiana. Los próceres son los ejemplos a alcanzar, los que trazaron el camino de la patria por ellos mismos creada con su huella indeleble de sacrificio y honestidad. 



 La conducta de nuestros próceres da origen a la cultura nacional. Cultura que hay que continuar moldeándola en la forja de la solidaridad social, de la disciplina del trabajo constante y sistemático. Los actos aislados sirven pero no son suficientes. La “gota que perfora la piedra” es gracias a su constante repiquetear sobre el mismo punto segundo tras segundo, todos los días de vida que DIOS nos regala. 

Crear cual inspirado alfarero la imagen mental de una ciudadanía solidaria, feliz e idealista ayuda a que comprendamos el valor sustantivo de nuestros semejantes, ya que nuestra existencia cobra sentido en la vida de nuestro prójimo. 

Nuestros próceres elaboraron con su conducta la argentinidad, la cultura de pensamiento y acción que nos dará autentica soberanía ante un mundo globalizado, interactuante e interdependiente.  

Nos alegra que nuestros próceres vuelvan a estar estampados en nuestro papel moneda, lugar del cual nunca debieron ser retirados. Nuestra cultura es de cara a nuestros mejores hombres y mujeres, a las personas que vivieron en función de la patria, de sus semejantes. 

Estamos convencidos de que colocar animales en vez de patriotas en el papel moneda obedecía a la intención de Mauricio Macri y su gobierno de alejar a la gente de nuestra historia de gloria y grandeza. “Cambiemos” pretendió una argentina de rodillas, mirando al norte con “sentido de culpa e inferioridad”. Proyectaban su vacío cultural en las horrorosas medidas de gobierno.

¡La moneda es soberanía!

El dólar crece por la ausencia de nacionalismo de muchos poderosos que miran a Washington en el verde billete con su único dios adorado y pagano como el corazón de los que acumulan sometiendo al hambre e infortunio a sus conciudadanos. 

Claro que a nuestra moneda hay que darle más que una imagen correcta, hay que brindarle solidez y cultura de esfuerzo y laboriosidad. Con cultura patriótica vamos a edificar una moneda fuerte alejándonos de la inflación criminal que padecemos. Con San Martín y Belgrano como estímulo espiritual va a ser más fácil. 

Renunciar a nuestra moneda es inaceptable. Sí es correcto crear la moneda latinoamericana, así la moneda de cada país daría origen a una unidad monetaria basada en identidad americanista de nuestros pueblos. 

Dolarizar significa arriar nuestra bandera, darle la espalda al sacrificio de tantos héroes que entregaron su vida por nuestra patria. Estamos muy cerca de mejorar significativamente. Dicen lo contrario los equivocados y los mercenarios que desean el fracaso del país para esconder sus propias e inconfesables derrotas. 

La Argentina es una Nación gloriosa llena de libertad y oportunidades. Los que están de pie bien lo aprecian, los que de rodillas viven están tan cerca del suelo que se les dificulta apreciar la gloria de las estrellas magníficas del firmamento soberano de nuestros próceres.  

Todo lo que sueñes con FE y respaldado con trabajo acontecerá siempre y cuando pugne por el bienestar general. 


                                                                                                  Máximo Luppino


sábado, 21 de mayo de 2022

MAPUCHES CERCA DE LONDRES, LEJOS DE LA PACHAMAMA


Máximo Luppino

“Mapuches” que obedecen al primer ministro Británico Boris Johnson sin saber lo que es la Madre Pachamama desafían la soberanía Argentina en nuestra Patagonia. Tienen la insolencia de reclamar tierras pertenecientes a nuestro Ejército, lugar de entrenamiento de tropas de elite de Alta Montaña donde se capacitan nuestras fuerzas Armadas. Concurriendo a dicho establecimiento castrense, militares de otros lugares del planeta a capacitarse debido al enorme profesionalismo y capacidad de nuestros soldados.  

Estos “mapuches” se asemejan a voraces agentes inmobiliarios más que a genuinos grupos de pueblos originarios, a quienes respetamos y mantenemos una corriente afectiva plena. Pero una cosa es ser descendiente de nobles pueblos aborígenes y otra muy distinta es ser activistas de la violencia y el terrorismo apátrida internacional.  

Hartos en Chile de las tropelías delictivas de estos impostores, el gobierno de Gabriel Boris, quien simpatiza con la Causa Mapuche, decidió dictar el Estado de Emergencia en el sur de su país militarizando las carreteras para garantizar que no sucedan ataques a la propiedad y a los ciudadanos chilenos.  

El cuartel que pretenden ocupar es la escuela de montaña de nuestro ejército que lleva con orgullo el nombre del General argentino Juan Domingo Perón, quien fuera tres veces presidente de la Nación, siempre elegido democráticamente por el pueblo de la República en elecciones libres.  

Somos una sola e indisoluble Nación. Somos la República Argentina con nuestra constitución Nacional como Carta Magna rectora de nuestros principios y conducta política. La sola idea de pretender tomar parte de un cuartel de nuestro ejército es una insolencia que no debemos tolerar de manera alguna. También, un grupo análogo de activistas disfrazados de pueblos originarios reclamó como propio el Centro Cívico de Bariloche, el primero constituido en nuestra Nación. ¿Reclamarán luego la Casa Rosada, la Ciudad de los Niños, el Planetario y la Casa de Tucumán?...

Es muy llamativo que tanto Chile como Argentina sufran el ataque criminal de estos grupos terroristas. Siempre ciertas potencias desearon apoderarse de nuestra Patagonia. Estos “Mapuches” son funcionales a estos objetivos imperialistas. 

Ningún Juez que ame nuestra patria puede dictar sentencia contra una institución fundadora de la argentinidad y nuestro ejército Argentino lo es como lo indica su glorioso escudo: “Nació con la patria en mayo del 1810” y ya vivió su Bautismo de Fuego antes de estar formalmente constituido dando batalla, repeliendo los intentos de invación de Inglaterra en 1806 y 1807. Gloria a nuestros soldados sanmartinianos, los mismos que lucharon con sublime heroicidad en Malvinas. ¿A este glorioso ejército se le pretende sustraer tierras en su custodia? Si existió negligencia de algún miembro del Ministerio de Defensa debe ser duramente sancionado y expulsado de su cargo. Las versiones periodísticas señalan lo siguiente: 

“La justicia después del allanamiento del viernes de la semana pasada al ministerio de Defensa, investiga si el retraso en apelar la sentencia a favor de los mapuches en Bariloche y contra los intereses del Ejército lo decidió el director de Asuntos Judiciales de esa cartera, Martín Havela, y no la abogada Silvia Vazquez como se creía hasta ahora. Así se avanza sobre la jerarquía de la cartera siguiendo la posibilidad de que se haya simulado un intento de apelar para, en realidad, favorecer el reclamo de los mapuches”. Nadie debe encubrir tal irresponsabilidad que se asemeja al grave calificativo de Traición a la Patria. Es el mayor delito que un ciudadano puede cometer y como tal merece una pena equivalente a tal horror.

Nuestro aliento y apoyo a nuestro Ejército. No conocemos país próspero que no exhiba armonía con sus Fuerza Armadas. El Ejército Argentino se nutre de los valores espirituales e inmaculados de nuestro pueblo.

El ejército Argentino nos pertenece a todos y trasciende cuestiones partidarias. Es cuna de héroes y servidores de la Nación. 

¡Una patria, una sola bandera!

                                                                                                 Máximo Luppino


 

domingo, 15 de mayo de 2022

IR POR TODO RESULTA QUEDARSE SIN NADA

 

Máximo Luppino


Los términos y conceptos absolutistas son fruto de mentes infantiles o desquiciadas. Lo absoluto es un patrimonio divino, alejado cientos de años luz de los modestos límites mortales de la humanidad.  

En términos políticos, la “suma del poder” público se intentaría alcanzar con un gobierno dictatorial y totalitario que se nutre de la fuerza para imponer su voluntad. Ya sabemos lo que sucede con las dictaduras en el mundo, sencillamente no pueden imperar. La vocación de libertad de los pueblos voltea los más rígidos muros de opresión imaginables, como la historia de la humanidad lo demuestra. 

En procesos democráticos implicaría que a una fracción política la eligieran en libertad a través del sufragio el 100 X 100 de los ciudadanos: jamás sucedió y sabemos que no va a suceder. 

En consecuencia, el “ir por todo” es un despropósito impráctico desde el momento de su propia enunciación. En la mayoría de las democracias del planeta surgen con más frecuencia los gobiernos de coalición frentistas. El florecimiento de la riqueza del pensamiento individual en múltiples puntos de vistas origina este fenómeno actual.  

En nuestra querida Argentina apreciamos cómo oficialismo y oposición atomizan criterios al punto de violentar sus discursos descalificadores enfocados a sus propios aliados. Claro, esto es mucho más grave cuando acontece en el frente gobernante.  

Cuesta comprender a las huestes de “Cambiemos”, en las que algunos parecen despreciar a un partido centenario como la UCR con representación en todas las provincias y pueblos de la Nación para “canjearlo” electoralmente por Javier Milei, quien hasta ahora es un manojo de expresiones violentas y desmesuradas. Milei pasa de pregonar reducir tributos impositivos a la intención de crear un impuesto por cuadra… Cuando una persona no está de acuerdo ni consigo mismo se torna inestable por decir lo menos. 

Pretender sustituir a la UCR por Javier Milei es como canjear la luz de la historia por la pasajera lumbre de un fósforo humedecido. 

En cuanto a las irritantes diferencias entre Alberto y Cristina son difíciles de calificar, un despropósito imperdonable sufriendo el país estos guarismos de inflación peligrosos para la estabilidad social. 

Mientras el hambre golpea las puertas de los hogares argentinos, presidente y vice se desautorizan mutuamente, hiriendo de muerte el frente electoral que los condujo al triunfo electoral, llenando de incertidumbre el mañana más próximo. 

Es bueno fijarse grande metas, pero en el ámbito racional y práctico. El “ir por todo” además de irreal e infantil es fanatismo insolente e indignante. ¿Tanto cuesta comprender que si hay un frente electoral es seguro que aflorarán diversas miradas ante un mismo punto? Si no se está dispuesto a compartir y generar altruista paciencia es improbable que una alianza tenga éxito en el gobierno de la República. 

Es con todos, es mucho más que un lema de campaña, es un mandato del ALMA popular que desea que sus representantes se esfuercen en solucionar los temas urgentes de la Nación más que estar perdiendo tiempo en rencillas novelescas alejadas de la alta política que estos tiempos reclaman. 

Nuestro presidente, Alberto Fernández, es bien considerado en Europa, con un Emanuel Macrón que obtuvo su reelección en Francia y que Alberto apostó fuertemente por su triunfo. De estas reuniones que pretenden abrir puertas comerciales de exportación de nuestros productos a la vez de seducir a inversores, sería imperdonable perder oportunidades por internas rencillas.    

No podemos más que repetir una vez más estos conocidos versos tan difíciles de aplicar por nuestra dirigencia: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de ajuera"   


                                                                                                        Máximo Luppino


sábado, 7 de mayo de 2022

ATRAPADOS EN MEZQUINAS ESPECULACIONES

Máximo Luppino




Mientras unos pocos especuladores nadan en mares de abundancias, muchos trabajadores angustiados no llegan a cubrir sus necesidades básicas alimenticias. El pobre vive precariamente acorralado por carecer de lo que merece, mientras los especuladores ladrones del sudor ajeno despilfarran lo que les sobra. Además de profesar artero desprecio por la masa de empleados que sostienen el complejo andamiaje de la sociedad 

 

Existe la descomunal e insoportable inflación en nuestro país por la monstruosa avaricia de apátridas destructores de sueños buenos y por un gobierno que parece impotente y temeroso ante los cachetazos de los poderosos. 

Nuestros dirigentes por acción u omisión son responsables indiscutidos de esta dantesca situación de profundo malestar poblacional que padecemos. Una agrupación política jamás puede ser más importante que el colectivo integral frentista. 

Parece que hay tiempo interminable para peleas y disputas internas y se carece de momentos de positiva energía para asistir a los humildes de la patria. ¿Qué parte del “no se aguanta más” no entienden con respecto a la inflación imperante? ¿Qué aguardan? La ley de la inercia continuará implacablemente con su derrotero inflacionario hasta conducirnos a situaciones no deseada por ningún ciudadano de buena fe.

Debemos tener presente que todo, absolutamente todo, se puede volver a encarrilar y reedificar el sublime edificio del bien común. La unidad está garantizada en las bases populares. Deben ser los dirigentes que deben colocarse a la altura del “ciudadano de a pie”. 

Alberto y Cristina parecen representar escenas novelescas de despecho propio de “Los pimpinelas”, muy distante a las responsabilidades de gobierno que deben tener. La abundancia da tiempo al delirio, la pobreza observa con lágrimas de dolor las ollas vacías.     

¿Cuántas comidas diarias pueden disfrutar los funcionarios del ministerio de economía? ¿Sabrán el dolor que significa dar a sus hijos una “cena” de mate cocido con pan duro?...

Recordemos las consignas geniales del General Perón y la entrega sin límites de EVA a los humildes de la Nación. En estos gigantescos ejemplos de los padres del peronismo toda disputa parcial parece tonta e irrelevante. Primero está la gente. 

Existe una gran diferencia entre estrategia y especulación. En la acción política la estrategia es aceptada, mientras que la especulación posee un aroma de “cuanto peor mejor”, lo cual es en verdad un concepto aberrante y hasta delictivo en algún aspecto. 

Para grandes problemas magnas soluciones con creatividad y una enorme dosis de valentía. Observamos en las barriadas profundas que la gente continúa profesando confianza en Alberto y Cristina, pero esperan mucho más de este gobierno al cual lo sienten como propio. 

El individualismo es el padre de todos los yerros y despropósitos en la vida política. Sentir nuestra propia existencia en el corazón del prójimo redunda en un profundo altruismo y es propio de la expansión de la conciencia. Es más que una empatía colectiva, es una experiencia de la consciencia espiritual basada en el servicio desinteresado a la creación de DIOS. 

Sin ideales no hay política fraternal, sin sentimientos de hermandad no se pueden producir las transformaciones humanistas que el capitalismo rancio debe tener. La solución es con “todos unidos”, al menos todos los que deseen entregar sus energías en enaltecer la belleza de la vida sobre la ignorante mezquindad de las inteligencias obtusas. 

Sin servicio desinteresado al semejante, la política se transforma en un campo de batalla sangriento. 

Respetemos las instituciones de la República y a los hombres y mujeres que honran estos cargos. La envestidura presidencial debe ser profundamente respetada por todos. Mucho más por aquellos que forman parte del mismo hemisferio ideológico o que son parte del mismo gobierno. 

El veredicto de las urnas debe ser respetado con sagrada dedicación ciudadana. El sistema es perfecto, las imperfecciones provienen de las ambiciones desmedidas de los individuos.  

Es posible llevar a buen puerto el barco de la Nación con honestidad y coraje, sin especulaciones ni egoísmo. El futuro no espera, el hambre tampoco…

                    Máximo Luppino